La Guardia Civil decomisó 260 kilos de marisco en dos partidas y confiscó un coche que transportaba una de ellas

La Voz RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Un guardapesca de Cabo alertó de los furtivos

24 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cabo de Cruz sigue siendo un foco de problemas constante en lo referido al furtivismo. En la madrugada de ayer, sin ir más lejos, se requisaron unos 260 kilos de marisco en dos zonas que, por la forma en la que se realizó el operativo, evidencia el grado de organización que tienen estos individuos. Un guardapesca del pósito de Cabo alertó a la Guardia Civil de la presencia de dos furtivos en un arenal, los cuales portaban varios sacos llenos de bivalvo.

Los agentes, al llegar, no tardaron en dar con estas personas, confiscándoles unos 80 kilos de molusco mientras, según parece, intentaban esconderlo en un monte próximo a la costa. Estos individuos pertenecen a un grupo organizado, y dos de sus integrantes tienen prohibido el acceso a las playas por orden judicial. Parece ser que ninguno de los denunciados en la madrugada de ayer es alguno de los condenados.

Segunda parte

Al poco tiempo, y en el marco del mismo dispositivo contra el furtivismo en la zona, los agentes de la Guardia Civil interceptaron un vehículo, propiedad de otro boirense, en el que había unos 180 kilos de almeja. Tanto el marisco, como el automóvil fueron decomisados, y el conductor y titular del turismo fue denunciado. En el pósito, mientras, aseguran que las playas siguen siendo esquilmadas cada noche.