«Mientras exista la hermandad, habrá procesiones, con cura o sin él»

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

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Acusa al párroco de negarse a dialogar para tratar de resolver el conflicto actual

12 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace ya tiempo que en el seno de la parroquia de Santa Baia no se respira la unidad de antaño, la que propició el nacimiento de la Irmandade do Cristo da Misericordia y, con ella, el resurgir de la Semana Santa. Cuando Jesús Martínez Sexto asumió el mando de la cofradía, hace poco más de un año, ya existía una profunda brecha entre el párroco y la entidad que, lejos de verse reducida, fue a más. La ruptura quedará escenificada mañana cuando la Soledad, una imagen perteneciente a la iglesia, y la Amargura, una escultura de la hermandad, desfilen en procesiones diferentes. Y todo indica que no hay, por lo menos de momento, posibilidad alguna de reconciliación.

-¿Era tan acuciado el problema cuando usted tomó las riendas de la Irmandade?

-Sí, los problemas son los mismos que entonces. La única diferencia es que, ante la negativa del párroco a dialogar, el arzobispo ha nombrado un consiliario. Todo tenemos que hablarlo con él para que se lo transmita al cura. Es una verdadera pena.

-¿Cuál es el origen de estas diferencias?

-Al cura se le atravesó la cofradía desde el primer momento. Lo que él pretendía era deshacerla y fue precisamente por eso por lo que yo y mis colaboradores decidimos asumir el mando, para evitar la desaparición de la entidad. Aguantaremos quiera él o no quiera. La única forma de que desaparezca la Irmandade es que el arzobispo la disuelva.

-Pero algún desencadenante habría...

-Hace tiempo, cuando fue de la instalación de un busto del anterior párroco, Francisco Justo, un cofrade le llamó la atención y cierto es que le dijo cosas que no debería haber pronunciado. Pero le pidió perdón medio centenar de veces, en público y en privado.

-¿Y no hay forma de revertir la situación?

-Es que ni siquiera podemos hablar con él, porque nos remite al consiliario. Es una situación que genera un malestar tremendo.

-¿Por parte de la cofradía existe predisposición para llegar a un acuerdo entonces?

-Totalmente. Nosotros queremos resolver el conflicto y yo mismo le pedí en diversas ocasiones una reunión, pero no quiere.

-¿No sería la solución reclamar la mediación del Arzobispado?

-Ya fuimos y ya explicamos allí el problema, pero nadie ha hecho nada por solucionarlo.

-¿Por qué fue necesario recurrir a dos procesiones?

-Cuando nosotros encargamos la nueva imagen de la Soledad, dado que la existente era antigua y pesaba mucho, pretendíamos que llevara su nombre y la sustituyera, pero el cura se negó y por eso la bautizamos como Amargura. El año pasado salimos con las dos imágenes, pero de forma independiente, tanto fue así que nosotros llevábamos la ropa de la hermandad y ellos, iban de calle. Para evitar que se repitiera la escena, este año le ofrecimos nuestras túnicas, pero no aceptó. Fue por eso por lo que optamos por los dos desfiles.

-¿Cree que esta ruptura influirá en la evolución que venía registrando la Semana Santa?

-No es que vaya a influir, es que ya lo está haciendo ahora. La gente no quiere participar en las actividades. El domingo, más de la mitad de los vecinos se marcharon en cuanto terminó la bendición de los ramos y ya no quisieron entrar en la iglesia. Nosotros estábamos acostumbrados a un cura que dialogaba, que promovía actividades.

-¿Se percibe la existencia de dos bandos a pie de calle?

-Lo que se percibe es que los vecinos se van a otras parroquias del municipio a celebrar las bodas, comuniones y bautizos. El Arzobispado lo sabe y no hace nada por revertir la situación.

-¿Aceptaría el cargo de hermano mayor sabiendo que tendría que lidiar con esta situación?

-Sí, porque de otra forma, la cofradía habría desaparecido, que era lo que el cura quería. Lo que yo no sabía entonces era que no había posibilidad de diálogo, ya que mi intención era llegar a un entendimiento con el párroco.

-¿Lo ve imposible ahora?

-Totalmente, con este cura no hay posibilidad de acuerdo. Dentro de cuatro días, la iglesia de Santa Baia estará vacía.

-¿Peligra la Semana Santa boirense de cara al futuro?

-En cuanto nosotros estemos, no. Mientras exista la hermandad, habrá procesiones, con cura o sin él. Tenemos nuestras imágenes y saldrán siempre.