Artes, en la vanguardia del grabado

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Los artistas José Fuentes y Florencio Maíllo muestran las nuevas técnicas, que parten de la tecnología digital

22 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Museo do Gravado de Artes atesora fondos de incalculable valor, colecciones de artistas de renombre que permiten hacer un viaje por la historia del arte gráfico. Pero, además de mostrar al público estas riquezas, la fundación que gestiona la sala se ha propuesto exhibir las nuevas técnicas que imperan en el sector. Lo ha conseguido de la mano de José Fuentes y Florencio Maíllo, dos catedráticos de Grabado de la Universidad de Salamanca que con sus exposiciones, Concertinas y Hortus conclusus, demuestran los caminos que ha abierto la imagen digital en una técnica que es la gran desconocida del arte.

Hasta hace relativamente poco, el grabado se asociaba a las planchas de metal o madera sobre las que el artista trabajaba mediante el uso de agua fuerte o punta seca para conseguir una imagen. Pero las propuestas que Fuentes y Maíllo hacen en el museo de Artes dista mucho de esta técnica tradicional, puesto que toman como punto de partida las nuevas tecnologías. El primero parte de imágenes analógicas que escanea e interviene posteriormente en una tableta: «La unidad que se consigue entre analógico y digital es sorprendente», destaca.

Florencio Maíllo va un paso más allá y toma como base imágenes digitales, sobre las que posteriormente realiza intervenciones directas utilizando también una tableta. En cualquier caso, ambas técnicas se sitúan en la vanguardia de lo que es el grabado contemporáneo en España, de ahí la importancia que tienen las exposiciones. Y todo indica que son el punto de partida de un largo camino: «La imagen digital ha abierto muchas puertas, tanto en la combinación de los procesos analógico y digital como en la sorprendente gama de colores que se obtiene», explicó José Fuentes.

Loas a la sala ribeirense

Fue este artista, que llegó a Ribeira con motivo del convenio que se firmó con el museo de la ciudad portuguesa de A Guarda, el que puso sobre la mesa la posibilidad de que los dos catedráticos exhibieran sus trabajos en Artes. Asegura que llevaba tiempo siguiendo la trayectoria de la sala: «Siempre me interesó este museo, puesto que es, junto con el de Marbella, el único existente en España especializado en arte gráfica».

José Fuentes ensalza, tanto los fondos que posee la sala ribeirense, que ha tenido ocasión de inspeccionar, como el trabajo de promoción del grabado que se realiza desde el centro artístico: «Creo que los museos tienen el deber pedagógico de mostrar propuestas contemporáneas, pero siempre sin olvidar las tradicionales, que nunca dejarán de ser interesantes. Desde Artes se están combinando las dos líneas de actuación».

Este catedrático de Grabado está convencido de que la puerta que acaba de abrirse tardará mucho tiempo en ser cerrada: «Para mí resulta muy interesante seguir manteniendo una colaboración estrecha con el museo de Artes». En este sentido, destaca la buena sintonía que tiene con sus cabezas visibles: «El director, Xoán Pastor Rodríguez, tiene gran ilusión en impulsar al máximo la sala; y su alma mater, Javier Expósito, es un enamorado del arte gráfico».

En el horizonte hay ya un proyecto de gran envergadura que contribuiría a estrechar aún más los lazos entre el museo de Artes y José Fuentes. Se trata de la puesta en marcha de un taller de grabado, en cuya entrada en funcionamiento quiere participar activamente el catedrático.