Una jornada para despertar vocaciones

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

BARBANZA

La exhibición de los diferentes equipos de la Guardia Civil caló entre los 2.500 escolares que pasaron por Testal

06 may 2017 . Actualizado a las 15:12 h.

Vacía desde que los mariscadores de Noia colgaron el rastro hasta el inicio de la próxima campaña, la lonja de Testal experimentó ayer una actividad inusual que tuvo como protagonistas a los profesionales de las diferentes especialidades de la Guardia Civil y a unos 2.500 escolares llegados de distintos municipios del entorno de Noia. Aunque la desapacible mañana impidió al instituto armado desplazar a la explanada portuaria noiesa el helicóptero de su servicio aéreo, las demostraciones que realizaron y el material que los chavales pudieron ver de cerca e incluso tocar sirvieron para despertar vocaciones.

Refugiados de la lluvia bajo la carpa que se instaló en la dársena noiesa, estudiantes de A Serra de Outes esperaban a su autobús para volver a casa mientras comentaban lo que habían visto. Y sí, todos querían ser guardias civiles de mayores; de hecho, alguno tenía perfectamente claro a qué quería dedicarse: «Eu quero ser dos que adestran os cans, foi o que máis de me gustou». También unas pequeñas de 5 años del colegio de Cespón apuntaban a los perros como la parte de las demostraciones que más les había gustado, dando la razón al jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña, Francisco Jambrina, que comentaba que, del amplio despliegue de medios realizada, «los perros adiestrados son los que más fascinan a los niños».

Eso, y tocar las sirenas, como demostró otro grupo de escolares cuando la lluvia dio una tregua y pudieron montarse en las ambulancias de la Cruz Roja, que contó con una docena de voluntarios, varios vehículos y un hospital de campaña. Esta organización y Cáritas son las beneficiarias de una jornada que tenía una vertiente solidaria y que logró reunir, solo con las aportaciones realizadas por los alumnos de los centros desplazados a Testal, entre 5.500 y 6.000 kilos de alimentos.

Simulacros reales

El subdelegado del Gobierno, Jorge Atán, acompañado por el alcalde de Noia, Santiago Freire, y buena parte de su gobierno, así como por el jefe de la compañía de la Guardia Civil de Noia, José Manuel Leis, acudió también a la cita en el puerto de Testal y destacó que uno de los objetivos de la actividad era «visualizar o traballo que realiza a Garda Civil». Y para ello no se escatimó en recursos y se realizaron simulacros de situaciones reales.

Además de la aplaudida exhibición de la unidad canina, los escolares siguieron con gran expectación un ficticio rescate en la alta montaña a cargo del Greim (Grupo de Rescate e Intervención en Montaña) de A Pobra de Trives. Un agente relataba micrófono en mano las distintas maniobras para localizar y rescatar a una niña, mientras los especialistas, tras encontrarla con ayuda de uno de los perros, inmovilizaban a la supuesta víctima en una camilla, escalaban por una cuerda con la agilidad de quien sube unas escaleras y la izaban, para luego bajarla de nuevo hasta un lugar seguro para su evacuación en ambulancia. El puente de la variante de Noia hizo el papel de la montaña en un ejercicio que puso de relieve el trabajo en equipo y la especialización de los profesionales de la Guardia Civil.

Sin miedo

Estas maniobras no pasaron inadvertidas para los chavales, como explicaban un emocionado Miguel y sus amigos ya en la carpa: «O que máis me gustou foi o rescate. Subiron a unha muller na padiola cunhas cordas; eu quero facer iso de maior. Non me dá medo subir tan alto».

Los escolares tampoco mostraron el más mínimo temor, y sí mucha curiosidad, cuando vieron algunas de las armas que emplean los distintos equipos del instituto armado. Los puestos que ocupaban los profesionales del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas o la Agrupación de Reserva y Seguridad, encargados del restablecimiento del orden público, entre otras funciones, fueron otros puntos en los que más se detuvieron los participantes en la jornada. De hecho, hacían cola para montarse en el furgón blindado o para colocarse los chalecos, los cascos y demás material de protección que utilizan los guardias para el control de masas en manifestaciones y aglomeraciones. Preguntaban por las pelotas de goma, los gases, las armas... y lo tocaban todo: «Son nenos, é normal que queiran coller todo».

Tras la avalancha matutina, con 2.500 escolares llegados de Noia, A Pobra, Boiro, Lousame, Muros, Outes, Porto do Son, Negreira, Padrón y Santa Comba, por la tarde la exhibición se abrió al público en general.