La cosecha de Viños da Terra se salva de las inclemencias meteorológicas

m. x. blanco / x. r. alvite RIBEIRA, MAZARICOS / LA VOZ

BARBANZA

MATALOBOS

Los productores se muestran optimistas y creen este que será un buen año

15 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A diferencia de lo que ha ocurrido en los viñedos de otras zonas de Galicia, las plantaciones de Viños da Terra han conseguido salvarse, por lo menos de momento, del tiempo revuelto que está regalando a la comunidad esta primavera. Los productores aseguran que no hay que lamentar daños importantes en las vides y hacen solo referencia a la rotura de algunos brotes a consecuencia del viento. Se muestran cautos, puesto que quedan por delante más de tres meses, pero aventuran que este año puede haber una producción importante, aunque ya descartan que vaya a situarse entre las mejores de la corta historia de la indicación geográfica.

Tanto el boirense Antonio Saborido como el pobrense Francisco Crusat, los dos barbanzanos con plantaciones en Viños da Terra, denominación que se completa con una bodega de Valga, explican que la comarca ha esquivado las heladas que tantos perjuicios han causado en otros lugares de Galicia y también las plagas de hongos. Eso así, saben que no pueden cantar victoria. «Aquí, un dos problemas principais son as néboas que case sempre aparecen no verán. A mestura de humidade e calor pode provocar a aparición dos fungos», explica Saborido.

Crusat añade que lo que ocurra durante las próximas jornadas también será determinante: «Polo de agora, a chuvia resultou beneficiosa, pero dentro dunha semana aproximadamente empezará a floración e aí si que necesitamos tempo seco. O exceso de chuvia podería ser moi prexudicial». Pero el mayor temor de este pobrense también son las posibles nieblas que puedan afectar a la comarca durante el próximo verano.

Sobre las expectativas de cara a la cosecha de este año de Viños da Terra, ambos productores son cautos, pero se atreven a hablar de buenas sensaciones: «Eu penso que se situará na media dos últimos anos e incluso diría que estará entre as boas, aínda que non será histórica», explicó Antonio Saborido.

El criterio de este boirense coincide con el de Francisco Crusat: «A min gústame ser prudente, sobre todo cando falta tanto tempo para a colleita, pois poden suceder moitas cousas; pero si que podo dicir que, polo menos de momento, as expectativas son boas».

Ambos se encuentran ahora inmersos en la comercialización de los caldos elaborados durante los últimos años. Saborido está distribuyendo la cosecha del 2015, que le reportó más de 10.000 botellas. En breve, empezará a embotellar el vino del año pasado. Por su parte, Crusat está lanzando los caldos de entre el 2013 y el 2015 de las seis variedades de albariño que etiqueta. Los dos aspiran a aumentar la producción si las condiciones de mercado son las idóneas.

Un minifundismo insalvable

Son muchos los vecinos de Barbanza que tienen pequeñas plantaciones de vid, pero el número de los que se animan a sumergirse en el laborioso proceso de elaborar vino desciende cada año. Tanto es así que hay viñas que están abandonadas, mientras que otras apenas reciben cuidados. El minifundismo vuelve en este caso a volverse en contra de un sector que podría ser rentable explotado de forma correcta. En Viños da Terra solo subsisten los dos bodegueros más potentes.

El maíz y la hierba, los principales beneficiados de las lluvias de las últimas jornadas

Tiempo excepcional para el campo barbanzano. Tras varias semanas de sol, las lluvias de los últimos días han supuesto un verdadero alivio para los agricultores de la comarca que llevaban meses advirtiendo de los efectos que la escasez de precipitaciones podría tener sobre alguno de sus cultivos. La llegada de las borrascas no solo ha minimizado este riesgo sino que, en combinación con las temperaturas agradables que se han seguido manteniendo, están propiciando el rebrote de las praderías en las que se segó la hierba hace más de un mes y del maíz sembrado durante las últimas semanas.

«Facían moita falla estas chuvias e, o máis importante, é que viñeron dun xeito moi amable porque aínda que caeu moita auga non houbo trombas», apuntan desde la presidencia de la Asociación de Ganaderos de Mazaricos. Desde la misma entidad se señala, sin embargo, que todavía es necesaria mucha más lluvia para compensar el escaso volumen de precipitaciones registradas hasta la fecha.

De hecho, en algunas zonas, cayó más agua en lo que va de mayo que durante toda la primavera, tal y como corroboran los datos de las estaciones que Meteogalicia tiene instaladas en la comarca. El jueves se registraron en el punto de medición situado en el monte Muralla de Lousame 57,7 litros de lluvia, la cantidad más elevada en una sola jornada desde el pasado 30 de enero.

Las predicciones meteorológicas a corto plazo apuntan a que esta semana seguirá marcada por la inestabilidad atmosférica, con jornadas de sol y calor y días pasados por agua.