Las primeras naves se instalaron en el 2001
21 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Tal día como hoy de 1999 se anunciaba, a bombo y platillo, la adjudicación de las obras para la urbanización de unos terrenos en el lugar de Espiñeira. Era el esperado germen del polígono industrial de Boiro. Menos de un mes después, el 9 de junio, se procedía a la colocación de la primera piedra de una actuación cifrada en casi tres millones y medio de euros.
Las obras, que se habían iniciado con retraso, se dilataron durante un año debido a la aparición de diversos contratiempos. El primero, un conflicto con los comuneros de Cimadevila, que acusaron al Concello de haber ocupado una superficie mayor a la que ellos habían cedido a través de un convenio.
Superado este obstáculo, los empresarios empezaron a instalar sus naves. Tal fue la demanda de parcelas que en el 2002 ya empezó a hablarse de la segunda fase, que estuvo concluida siete años después. Durante todo ese tiempo, las quejas de los propietarios por la precariedad de los servicios fueron constantes.