Una elevada mortandad frustra la reaparición del berberecho en Arousa

A. Gerpe, r. Estévez

BARBANZA

matalobos

Las cofradías dicen que se trata de un gran varapalo por la pérdida de ingresos que supone

24 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Seis años han transcurrido desde que la marteilia se convirtió en huésped del berberecho para acabar erradicándolo de la ría de Arousa, mutilando la rentabilidad económica del trabajo de los mariscadores. Los ingresos del sector se resintieron notablemente por la falta de una especie que tiene una importancia estratégica y, durante este tiempo, los productores nunca han dejado de rastrear los arenales en busca del añorado bivalvo. Después de esta larga travesía, las buenas noticias parecían haber llegado. Desde el pasado año, en todas las concesiones arousanas se notaba cierta abundancia de este molusco y, ahora, cuando la mayor parte de los ejemplares ya tenían una talla comercializable y el producto regresaba a las básculas de las lonjas, otro mazazo. Un nuevo capítulo de mortandad masiva ha dado al traste con lo que algunos consideraban síntomas de recuperación de la especie.

El patrón mayor de A Pobra, Juan Miguel Iglesias, calcula que ha desaparecido el 80 % de la producción e indica que a principios de marzo ya comenzó a ver numerosas conchas en los arenales. Tras comprobar que el problema iba en aumento, la cofradía recogió, el pasado mes, 60 unidades de bivalvo que envió al Intecmar para ser analizadas. El dirigente no oculta su desazón: «Facía moitos anos que non tiñamos berberecho e volveu desaparecer».

En Rianxo, el patrón mayor, Miguel Iglesias, fue alertado por su homóloga de Vilanova, María José Vales, quien en una reunión comentó que habían perdido todo el bivalvo de una de sus playas. El dirigente explica que inmediatamente indicó a las mariscadoras de a pie que cogieran todo el berberecho que pudieran «incluso por riba do tope».

«Non é inmune»

El rianxeiro precisa que la mortandad no ha afectado igual a todas las zonas. Las más perjudicadas son las de As Cunchas e Furado: «Onde máis está aguantando é na Torre, pero para o colectivo de a pé». Miguel Iglesias no tiene dudas de que la causa de la mortandad es la marteilia y descarta que se deba a la alta temperatura del agua porque considera que no se ha producido un desajuste tan importante: «Está claro que houbo un desove e que aguantou, pero non é inmune ao parasito». Iglesias hace este comentario porque, al término de la campaña de libre marisqueo, hubo una reunión con responsables de Mar en la que, precisamente, se habló sobre el berberecho. Indica que representantes de la consellería se refirieron a su recuperación: «Xa se ve que non é así».

También en Cabo de Cruz Charo Vázquez señala que tenían muchas esperanzas puestas en la reaparición de la especie que se han visto truncadas.

En la zona sur de la ría arousana, los problemas de mortandad del berberecho ya se han dejado notar en la lonja de Carril, donde hace unas semanas se tuvieron que retirar lotes de marisco de la subasta porque estaban en muy mal estado, «con la boca abierta». Se trataba de la demostración de lo que el sector ya venía comentando y, al igual que ocurrió la vez anterior, las nocivas consecuencias se han extendido.

Mar dice que puede deberse a las condiciones meteorológicas o a la «marteilia»

Conocedora del importante repunte en la mortandad del berberecho, la Consellería do Mar ha encargado la realización de analíticas, con muestras de bivalvo recogidas en las diferentes cofradías de la ría. Desde el organismo autonómico señalaron que desconocen la causa e indicaron que puede deberse tanto a las condiciones meteorológicas, con temperaturas inusualmente elevadas durante buena parte del año, o a la reaparición de la marteilia.

Cabe señalar que en el Intecmar llevan un par de años desarrollando un estudio con el fin de conseguir berberecho resistente a este parásito. Los avances que se habían logrado, con ejemplares que habían conseguido sobrevivir, se vieron frustrados a consecuencia de un robo que se registró en los laboratorios el pasado año, lo que obligó a los técnicos a reiniciar el proceso. Pese a este varapalo, había buenas perspectivas después de los 105.000 kilos extraídos en Os Lombos durante la campaña de libre marisqueo que acabó el 31 de marzo.