Bertrand Tavernier nos adentra en la gran historia del cine francés

víctor rodríguerz

BARBANZA

A través de las películas que le marcaron, realiza un excepcional recorrido por las obras de su país

26 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

2016 • Francia • Bertrand Tavernier • Documental • En plena celebración de la edición número 70 del festival de Cannes y a pocas horas de conocer la película que pasará a la historia del séptimo arte al ser la ganadora de la Palma de Oro, llega a las carteleras españolas Las películas de mi vida, «una obra sobre el cine, mi amor, mi vida, mi pasión», de Bertrand Tavernier.

Director y guionista de una treintena de producciones, influenciado por Jean Renoir, Jean Vigo y Jacques Becker, iniciando su andadura en plena Nouvelle vague trabajando con Éric Rohmer, Jean-Luc Godard y Jean-Pierre Melville, y por encima de todo cinéfilo, en Viaje a través del cine francés (traducción del título original), nos adentra en el mundo del cine hablando de las películas que le marcaron, y le convirtieron en el cineasta que es hoy. Mostrando y recordando aquellas obras que no deberíamos olvidar, Tavernier nos presenta una aguda y personal aproximación a las películas, directores, compositores y diálogos que más le han gustado a lo largo de su vida.

Los títulos elegidos

Partiendo de sus vivencias de niño en un sanatorio, donde por primera vez descubrió la magia del cine, va desgranando cada una de las películas en un minucioso análisis lleno de cariño hacia el cine de su tierra. El muelle de las brumas (Marcel Carné, 1938), La bestia humana (Jean Renoir, 1938), Goupi mains rouges (Jacques Becker, 1943), Panique (Julien Duvivier, 1946), Juegos prohibidos (René Clément, 1952), No tocar la pasta (Jacques Becker, 1954), Bob el jugador (Jean-Pierre Melville, 1956), Ascensor para el cadalso (Louis Malle, 1958), Los 400 golpes (François Truffaut, 1959), La evasión (Jacques Becker, 1960), Cleo de 5 a 7 (Agnès Varda, 1962) o El silencio de un hombre (Jean-Pierre Melville, 1967), son una pequeña muestra de lo que nos vamos a encontrar en este recorrido de tres horas de duración que evidencia el excepcional gusto de Tavernier y convierte al documental en obligada visión para cualquier persona que se quiera adentrar con buen pie en la historia del cine del país vecino.

Autor de reconocidas obras como 1280 almas (1981), Un domingo en el campo (1984, Mejor Director en Cannes), La vida y nada más (1989, BAFTA al Mejor Filme en Lengua Extranjera), La carnaza (1995, Oso de Oro en Berlín), Capitán Conan (1996, Premio FIPRESCI en San Sebastián), Hoy empieza todo (1999, Premio FIPRESCI en Berlín), y poseedor del León de Oro a toda una carrera otorgado en el año 2015 por el festival de Venecia, Tavernier presenta su personal homenaje como acto de honra y gratitud al cine francés.