Pablo Paz, que se inició en este deporte con 9 años, se ha convertido en el mejor juvenil de Galicia en la disciplina
31 may 2017 . Actualizado a las 08:35 h.Pablo Paz se calzó los patines con 9 años, después de probar diferentes deportes, como la natación y el taekuondo, y sus entrenadores vieron pronto que el ribeirense tenía cualidades para despuntar. «Despertó tarde, porque lo normal en patinaje es que se empiece a rodar a los 6 años. Aún así, tras estar un par de temporadas en la escuela nos dimos cuenta de que podía mejorar mucho y hablamos con su madre para que entrara en el club de Ribeira», apunta Elena Rey, preparadora de Pablo Paz.
El joven asegura que fue a los 14 años cuando «me di cuenta de que patinar me gustaba de verdad y por ello empecé a trabajar en serio y a entrenar mucho». Eso le permitió dar un salto de calidad y conseguir, este mes, el Campionato Galego de Patinaxe Artística, que se celebró en Ponteareas, en categoría juvenil. A pesar de este éxito, su entrenadora considera que «tiene potencial, pero debe trabajar más», y Pablo quiere centrarse en la modalidad de grupo y abandonar la individual. De hecho, el ribeirense dudó sobre si asistir o no al torneo autonómico: «La verdad es que fui con pocas ganas. Me dijeron que disfrutara y lo hice lo mejor que pude. Me lo pasé bien. Suelo salir nervioso, pero en este campeonato no fue así».
Clasificado para el nacional
Convertirse en el mejor patinador juvenil de Galicia le dio el derecho a Pablo Paz de luchar por el título nacional, entre el 29 de junio y el 1 de julio en Gerona, pero el barbanzano no está por la labor de participar en esta competición. «El problema es que no se cree que patina bien y no se crece en la pista», asegura Rey, que anima al joven a que pruebe fortuna en el torneo. «En el ejercicio corto del gallego realizó un buen papel y eso le animó para hacer el largo», explica la entrenadora, quien también puntualiza que «en nuestro club hacemos más exhibición y a él le gusta más esta modalidad».
«En grupo disfruto más, acabo más contento porque destaco más que cuando patino yo solo», comenta Pablo para sustentar su decisión, y también afirma que «me gustaba la modalidad individual y quería llegar arriba, pero ahora prefiero patinar en equipo». Elena Rey sabe que el ribeirense posee «calidad innata», y por ello intentó convencerlo de que viajara a Gerona: «Creo que sería una buena experiencia para él. Además, conocería mucha gente y si quiere triunfar en el apartado colectivo, en el que es muy bueno, también le viene bien mejorar como patinador de individual».
A pesar de las diferentes visiones y de las pequeñas discusiones que algunas veces mantienen el deportista y su preparadora por este tema, ambos afirman que «nos enfadamos, pero nos queremos mucho».