El PP mantiene una línea continuista en Boiro con el aval de la mayoría

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Las rencillas del pasado lastran el diálogo político e intoxican el clima entre los grupos municipales

18 jun 2017 . Actualizado a las 23:25 h.

No ha dando grandes giros la política en Boiro en estos dos últimos años. El PP mantiene una línea continuista con el aval de una plácida mayoría que le permite gobernar a gusto. El equipo capitaneado por Juan José Dieste ha decidido apostar sobre seguro, confiando en la misma hoja de ruta con la que revalidó en el 2015 su segundo mandato.

El proyecto de gobierno se hace, fundamentalmente, en base a una encuesta de necesidades entre los vecinos que encarga el ejecutivo a comienzos del mandato, junto con otras demandas o necesidades que van surgiendo por el camino. Con la sombra de Cristóbal Montoro -contra el que carga el propio alcalde popular siempre que tiene ocasión- acechando sobre el control del gasto, prácticamente todas las grandes inversiones realizadas en estos dos últimos años han llegado de la mano de subvenciones, que se esperan como agua de mayo y se solicitan cada vez que tercia la ocasión.

Quedan, por tanto, varios temas de calado pendientes, como la demandada reforma del pazo de Goiáns, a expensas de que llueva una línea de ayudas de otras Administraciones para financiar una rehabilitación que con el paso del tiempo se va encareciendo cada vez más.

Empeño económico

Donde sí ha habido un empeño claro, que ha redundado en una mejora palpable, ha sido en la gestión económica de las arcas municipales, obteniendo en estos dos últimos años más de dos millones de euros de remanente de tesorería para gastos generales.

Aunque fueran medidas impopulares, se ha seguido adelante con una campaña firme para tapar las fugas por las que estaba perdiendo el Ayuntamiento un dinero que le correspondía por la prestación de servicios, como pasó cuando se detectó que se escapaban cerca de 450.000 al año en Boiro por el problema del pirateo de la red de agua potable.

En el apartado social queda mucha tela que cortar y es uno de los puntos en los que más hincapié se ha hecho desde la oposición, presentando distintas propuestas que no siempre salieron adelante. Y es que, uno de los grandes lastres en la corporación boirense es la falta de diálogo, constantemente salpicado por las rencillas políticas y personales. Con cuatro de sus seis portavoces repitiendo en la concejalía tras varios mandatos, existe un clima intoxicado que en muchos casos impide dejar el pasado atrás y avanzar cara el futuro.

La colaboración con la Xunta reportó más de tres millones de euros

La sintonía entre el gobierno popular de Boiro y la Administración autonómica se ha traducido en una estrecha colaboración a lo largo de los últimos dos años que ha salido muy rentable para el municipio. El Concello recibió más de tres millones de euros del PP gallego para llevar adelante algunas de las actuaciones estrella de esta primera etapa del mandato.

La lista es larga y, entre otras ayudas, la Xunta invirtió dos millones para completar su plan de saneamiento en Boiro con la actuación del paseo del río Breiro, otros 150.000 para la puesta en marcha del vivero de empresas, 700.000 para los amarres de Cabo, 113.000 para la humanización de la avenida de Avellaneda y otros 50.000 para la senda en el Coroño. 

La oposición