Cerca de 25.000 viviendas de la zona tienen más de cincuenta años

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. R. ALVITE RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

P. CALVEIRO

Pese a ello, la media de antigüedad barbanzana es inferior a la gallega

26 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Más de la mitad de los vecinos de la zona no habían nacido cuando se construyó el inmueble en el que residen actualmente. De hecho, mientras la edad media de los poco más de 118.000 barbanzanos se sitúa en el entorno de los 45 años, la antigüedad de las viviendas ronda ya el medio siglo. A pesar del espectacular crecimiento urbanístico que han registrado las comarcas de Barbanza, Muros y Noia durante el último cuarto de siglo, tres de cada diez hogares fueron construidos antes de 1950. Traducido a números absolutos supone que más de veinte mil viviendas -21.393 en concreto- rondan los 70 años de edad.

Especialmente significativo resulta el caso de algo más de 3.500 inmuebles cuyas paredes ya han resguardado a sus inquilinos en tres siglos distintos. Estas viviendas fueron construidas con anterioridad al año 1900 y, pese a que más de un millar y medio presentan un estado deficiente -110 se clasifican directamente como ruinosas-, la mayoría siguen estando perfectamente habitables e incluso su estado de conservación se considera bueno. La mayor parte de estos inmuebles (850, concretamente) se ubican en territorio outiense.

Lejos de lo que pudiese parecer a primera vista, el parque de inmuebles de la zona es relativamente moderno pues se encuentra casi un lustro por debajo de la media de antigüedad que registran el conjunto de las viviendas de la comunidad.

En este sentido, y atendiendo al desglose municipal extraído del último censo de población y viviendas, el ayuntamiento de Lousame es el que cuenta con una bolsa de viviendas más envejecida, ya que el 59 % se levantaron antes de que comenzara la década de los sesenta. Tras él, se sitúan Muros, con algo más de la mitad de los inmuebles superando los 65 años de edad, y Carnota, donde el porcentaje de hogares edificados antes de la fecha reseñada es del 49 %.

En el otro extremo figuran A Pobra, Boiro y Noia, los municipios más jóvenes de la zona si tenemos en cuenta la antigüedad sus construcciones. En los tres casos, el 75 % de los inmuebles datan de las tres últimas décadas del siglo XX. La edad media de las casas de esta zona ronda el medio siglo. A Pobra, Boiro y Noia son los que tienen los inmuebles más recientes.

Por parroquias

El informe publicado por el IGE, a partir del último censo de población y viviendas, también permite realizar un curioso desglose por parroquias para conocer qué entidad colectiva, de las 87 repartidas por la zona, posee las viviendas con más solera, con permiso de las existentes en los cascos antiguos de Noia y Muros. Esta no es otra que la de San Miguel de Sestaio, en Muros, donde el 82,6 % de las casas se concluyeron antes de 1950. Le siguen Santa Baia de Vilacoba, en Lousame, y Ribasieira, en Porto do Son.

Todo lo contrario sucede en O Obre, O Castro, Aguiño y Queiruga, pertenecientes a los municipios de Noia, Boiro, Ribeira y Porto do Son, respectivamente, donde apenas dos casas de cada diez pueden considerarse antiguas al superar los 60 años de vida.

En el otro extremo están parroquias como Abelleira o Louro, en Muros; O Caramiñal o Santa Cruz de Lesón, en A Pobra, o Carreira, en Ribeira, entre otras, en las que la mayoría de inmuebles no superan el cuarto de siglo, situándose como los que tienen las edificaciones más nuevas.