Las policías locales refuerzan la vigilancia de los montes barbanzanos

Álvaro Sevilla Gómez
Á. Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

matalobos

En A Pobra han comenzado a hacer controles en las vías de entrada de A Curota

12 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Es una lucha de todos. Con este lema, policías locales de la zona barbanzana han dado un importante paso adelante para pelear contra la lacra de los incendios intencionados. Con el objetivo de minimizar el daño que los pirómanos causan verano tras verano, la vigilancia de los montes se ha convertido en una preocupación añadida para los agentes, que además ven como su trabajo se incrementa, ya que la población en la comarca llega a duplicarse en el período estival.

Para evidenciar su compromiso con la lucha contra los incendios, los cuerpos municipales han comenzado a aumentar su presencia en los montes. Con esto se busca disuadir a los incendiarios, además de controlar a las personas que pueden parecer sospechosas. En algunos casos, se hace un seguimiento a aquellos que se encuentran un día sí, y otro también, transitando por las zonas que son víctimas de las llamas año tras año.

Es en A Pobra do Caramiñal donde esta implicación en la prevención de incendios ha tomado un cariz más activo. Los agentes pobrenses han puesto en marcha controles inéditos en Barbanza, ya que han comenzado a vigilar las vías de entrada a sus montes, con especial hincapié en A Curota, al ser una de las zonas más afectadas y que entraña más riesgos para la naturaleza, ya que el fuego se puede extender con mucha facilidad. Las citadas inspecciones se realizan de forma intermitente y en puntos que van cambiando en todo momento para que los potenciales incendiarios no puedan escabullirse.

Revisar vehículos

En muchos casos, estos controles se centran en el flujo de personas que visitan el monte, aunque también se han revisado vehículos de gente que podría ser sospechosa, para ver si transportaban en sus maleteros utensilios, como mecheros u otros artículos, que pueden ser utilizados para provocar fuegos. Los agentes pobrenses lo seguirán haciendo todo el verano y algunos de sus colegas vecinos no descartan sumarse a esta iniciativa.

En Rianxo, por ejemplo, a pesar de que estos controles a pie de monte no se realizan, sí se envían agentes en moto para recorrer el bosque. La misma situación se repite en otros concellos, como Ribeira, Noia o Porto do Son. En la capital barbanzana, estas patrullas se suelen centrar en los entornos del parque periurbano y de Corrubedo, lugares muy castigados por el fuego. Mientras tanto, en Noia, los agentes visitan la zona de Roo, donde tienen una visión privilegiada.

Sin embargo, a pesar de que la implicación es máxima, el mayor problema parte de la falta de personal disponible, que impide que una patrulla acuda cada día a los puntos que saben que pueden ser pasto de las llamas. Este es el caso de los agentes municipales de Boiro, a los que el aumento de trabajo durante esta época les impide controlar también los montes.

Los problemas de personal impiden que las medidas se puedan tomar todos los días

 

La función de los agentes durante los incendios pasa por controlar el tráfico y desalojar casas

Los agentes municipales de la zona barbanzana tienen prefijado, a través de protocolos, qué deben hacer una vez se enfrentan a un incendio. En primer lugar, su función, al igual que la de la Policía Nacional, pasa por desalojar viviendas y controlar o limitar el tráfico rodado en los lugares donde están trabajando los agentes forestales y las brigadas contraincendios.

Además, profesionales que pelean cada verano contra el fuego en la comarca destacan que la coordinación con los agentes municipales es perfecta. En el caso de Ribeira, incluso se adelantan a las motobombas para despejar el camino y explicar a los conductores a qué tipo de incendio se enfrentarán.

El contacto entre todos los cuerpos es continuo, ya que trabajan codo con codo día a día. Esto les permite conocer las necesidades que tienen para realizar el trabajo con la mayor celeridad y perfección posible.