Cielo y mar abrieron el camino para ofrecer en la exaltación del percebe un producto de primera

La Voz RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Una treintena de personas trabajaron sin descanso hasta cerca de las cuatro de la tarde, cuando quedaban las últimas existencias en cartera

24 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras un año de parón, había ganas de percebe en Aguiño. Así quedó demostrado ayer en la exaltación del crustáceo con más tirón de la gastronomía local, en la que se formaron largas colas para degustar un plato a precio de ganga en comparación con lo que se pide en el mercado. El producto bien lo merecía, pues cielo y mar abrieron el camino para ofrecer un percebe como hacía tiempo no se veía en la fiesta, con la garantía de calidad de la cofradía de pescadores y mariscadores de Carreira y Aguiño detrás.

Una treintena de personas, entre el personal del pósito y de la empresa contratada para el montaje de la carpa y la atención al consumidor, trabajaron sin descanso hasta cerca de las cuatro de la tarde, cuando quedaban las últimas existencias en cartera. Fueron cientos lo kilos que se repartieron en la Festa do Percebe aguiñense, a la que pocos peros se le podía poner en esta vigésima edición.

La espera se hizo demasiado larga para algunos, aunque nadie se fue sin su ración de marisco que, por sabor y tamaño, se ganó los halagos de los asistentes, si bien hubo quien lo esperaba más caliente.

Percebeiros de honor

La jornada arrancó con la entrega de la figura del percebeiro de honor a los expatrones mayores Ricardo Pérez Queiruga y José Abraldes. El acto institucional, presidido por la conselleira do Mar, Rosa Quintana, el alcalde, Manuel Ruiz, y el patrón mayor de Aguiño, José Antonio Santamaría, fue un momento especialmente emotivo para la familia de los homenajeados, que recibieron la distinción a título póstumo.

En su intervención, Quintana ensalzó la calidad del percebe de Aguiño y destacó el aumento en las descargas del crustáceo estrella en el puerto aguiñense.