La debilidad de un gobierno en minoría se hace patente en el término pobrense

A POBRA DO CARAMIÑAL

El ejecutivo se ve obligado a buscar un consenso que no siempre encuentra en la oposición

14 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las matemáticas no juegan a favor del gobierno pobrense, el único de Barbanza gobernado por una marea. Nós Pobra se presentó en abril del 2015 como un «novo modelo de facer política» y consiguió, con el apoyo del BNG y del PSOE para su investidura, arrebatar con cuatro concejales el mando al PP (con un edil más). En estos dos últimos años, la confianza que se tejió en un inicio con hilo fino con los grupos nacionalista y socialista se ha ido desgastando y el partido liderado por Xosé Lois Piñeiro camina ahora sobre la cuerda floja, con la debilidad de la minoría a la espalda para poder avanzar.

En solitario, el ejecutivo se ve ahora obligado a buscar un consenso que no siempre encuentra en las bancadas contrarias, lo que ha obligado en varias ocasiones a Nós Pobra a dar marcha atrás en sus planes, cuando no se han visto frustrados -como sucedía el mes pasado con su plan para atraer más turismo con un aparcamiento público de autocaravanas- o forzados a aprobar cuestiones con las que no estaban de acuerdo.

Los retos

A corto plazo, el principal reto al que se enfrenta el ejecutivo es la aprobación del documento económico municipal para este año. La falta de presupuesto es, a estas alturas del año, una de las demandas más urgentes.

Y, de cara a la segunda mitad del mandato, quedan varios propósitos por cumplir que se marcó en campaña Nós Pobra, algunos de ellos ya avanzados, como la ordenanza de bienestar animal. Pero para que esta u otras cuestiones, de mucho o poco calado, lleguen a prosperar han de pasar por un acuerdo con la oposición para que su disentir se convierta en consentir.

Acuerdos realizados y pendientes de realizar

Mejoras para reducir los vertidos. Nós Pobra ha declarado la guerra a los puntos de vertido y ha ido ganando pequeñas batallas, como reducirlos de nueve a seis. Ahora se ha propuesto erradicar los que salen del polígono y, para ello, ha cambiado el protocolo de control.

Presupuesto. Aunque existe un remanente de cerca de 900.000 euros del ejercicio del 2016, llegados al ecuador del año el gobierno pobrense no ha elaborado la hoja de ruta económica del Concello para el 2017, algo que desde la oposición se ve como un ejemplo de improvisación y falta de gestión.

Reglamento de participación ciudadana. Las asambleas vecinales han marcado, desde el inicio, las decisiones del equipo de gobierno. Pero su gran paso en esta materia fue la aprobación, este año, de la prometida ordenanza de participación ciudadana. 

Rehabilitación de las naves en Os Areeiros. Aunque se presentó a través de En Marea una enmienda a los presupuestos del Gobierno central, la rehabilitación de este patrimonio industrial comprometida en su día parece lejos de convertirse en una realidad a estas alturas.

Playa para perros y defensa de los animales. En el marco de un continuo trabajo de sensibilización y distintas campañas sobre bienestar animal, el ejecutivo dotó al municipio de la única playa reservada para perros que existe en la zona, O Areal.

Centro de salud. El ejecutivo no da por descartado este objetivo y espera acceder al terreno en el polígono dos y ponerlo a disposición de la consellería antes de un año. Confía en que la Xunta siga entonces apostando por el centro.