«Mire a que ten armada, don Paco, que parece isto un funeral»

M. Ares / M. G. RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

Bealo se despidió de su párroco durante los últimos 35 años en una emotiva misa

27 sep 2022 . Actualizado a las 11:29 h.

Han pasado 35 años desde que Francisco Pena, don Paco, arribó a Bealo para ponerse al frente de la parroquia, así que despedirse no es fácil, ni para él, ni para sus feligreses. Por eso la de ayer fue una jornada de emoción hasta la lágrima, una llorera colectiva que, sin embargo, dio pie también a las risas y a las bromas: «Mire a que ten armada, don Paco, que parece isto un funeral en vez dunha festa», le espetó desde la tribuna la actriz y cantante Eva Iglesias, exalumna del párroco y que no quiso perderse el homenaje que le brindaron los vecinos.

No era un entierro, solo un hasta luego a un cura querido por sus feligreses prácticamente desde que puso un pie en Boiro y que ha decidido bajar el ritmo y retirarse a su Moaña natal. «Hai que saber chegar, hai que saber camiñar e hai que saber marchar», expuso don Paco, que dijo que se va muy contento con todas las personas que se encontró desde su llegada y con la ayuda que siempre le brindaron, asegurando que todo lo que había hecho había sido gracias a la gente que le acompañó en el camino: «É importante saber dicir adeus co corazón agradecido».

También pidió perdón por los posibles fallos o faltas que hubiera cometido en todos estos años: «Se fixen cousas mal foi sempre sen intención de facer dano».

Asimismo, aprovechó la ocasión para pedir a los parroquianos que den todo su apoyo al cura que lo reemplazará, Juan Carlos Rodríguez, y les instó a recibirlo como a un hermano.

En la misa de su despedida, no fue Francisco Pena el único que habló. Lo hizo también, en representación de la parroquia, el sacristán, José Manuel Fernández, que asumió que las despedidas forman parte de la vida del sacerdote y, parafraseando a Serrat, añadió: «Todo pasa e todo queda».

Un buen hombre

Tuvo también palabras de cariño para don Paco, a quien definió como un «moi bo home, que se fraguou a admiración e o respecto de toda a parroquia». Ante un auditorio visiblemente emocionado, expuso también que las despedidas siembre son tristes porque conllevan una pérdida, pero «neste caso ten que se alegre por todo o que deixa aquí don Paco».

No faltaron al homenaje representantes de la corporación municipal, con el alcalde de Boiro, José Ramón Romero, a la cabeza, con el que bromeó el párroco asegurando que no sabía cómo dirigirse a él ahora que es una autoridad puesto que fue su alumno en el instituto. El regidor realizó una breve intervención en la que agradeció a Pena Calvar su labor, dijo de él que «deu todo de si para desenvolver as súas funcións nas parroquias nas que estivo» y que «deixa un legado inesquecible».

La trayectoria de don Paco, en imágenes

Fueron muchos los exalumnos de don Paco, tanto de Rianxo como de Boiro, que se sumaron al homenaje, entre ellos Eva Iglesias, que compartió tribuna con Manuel, Esteban y Felisa para poner música y voz a la misa cantada y a la despedida del cura. Una versión del Aleluya que puso los pelos de punta y un nudo en la garganta a una abarrotada iglesia sirvió de cierre a una ceremonia en la que el sacerdote recibió varios regalos, tanto de los vecinos de Bealo como de los de O Araño. Fotos de sus primeras misas, el primer bautizo y la primera boda que ofició a su llegada a la parroquia boirense, un cáliz de cerámica de Sargadelos y una reproducción de la imagen original de la Virgen de Guadalupe son algunos de los obsequios que le entregaron antes de abandonar el templo.

Ya en el exterior, don Paco descubrió una placa en la fachada de la iglesia que conmemora sus 35 años al frente de la parroquia, y el colofón lo puso, de nuevo, la emoción, con la proyección de un vídeo realizado a partir del montaje de fotografías que repasan la trayectoria del sacerdote desde su infancia hasta ahora.