Nico Viturro, de 13 años, le mete un gol a la leucemia y cumple su sueño de debutar en un partido de fútbol

Francisco Brea
Fran Brea RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

Nico, arropado por los integrantes de su equipo, la EFM Concello de Boiro.
Nico, arropado por los integrantes de su equipo, la EFM Concello de Boiro. MARCOS CREO

El boirense saltó al terreno de juego la pasada jornada: «Hace un año y medio vivir esto era algo improbable», asegura su madre

01 feb 2024 . Actualizado a las 18:00 h.

Nico Viturro es un adolescente de 13 años que, como muchos a su edad, es un apasionado del fútbol. A los 11 años, cuando su familia lo iba a apunta a la Escuela de Fútbol Municipal (EFM) Concello de Boiro, le fue detectada una enfermedad que truncó su sueño. A Nico le diagnosticaron leucemia linfoblástica y tuvo que cambiar los campos por las consultas médicas y el hospital. Empezó el tratamiento, que dura unos dos años, y, como asegura Lara Buig, su madre, «la recuperación es buena».

Esta temporada comenzó a entrenar y el pasado fin de semana por fin se cumplió su deseo de debutar en un partido con su equipo, el infantil C de la EFM Concello de Boiro: «Disfruté mucho en el campo, ya tengo ganas de repetir», afirma el barbanzano. Inició el duelo en el banquillo y a la media hora su técnico, Jorge Valls, le dio las indicaciones previas para acceder al terreno de juego. En el momento del cambio sus compañeros y los presentes le brindaron una sonora ovación. «Me sentí muy orgulloso. No estaba nervioso, bueno, un poquito», señala Nico.

«Casi marca, sería el debut perfecto, y sus compañeros estuvieron muy pendientes de él. Yo no esperaba ponerme tan nerviosa y no fue por miedo, sino por la emoción. Hace un año y medio vivir esto era algo improbable. Lo vi muy bien», comenta emocionada su madre.

Lara Buig explica que el pediatra le dijo que era bueno que Nico hiciese deporte «pero siempre con precaución para evitar golpes y lesiones, porque al ser un niño inmunodeprimido podría haber complicaciones».

El adolescente, como indica su entrenador, acude con asiduidad a los entrenamientos y «lleva tiempo queriendo debutar. El pasado fin de semana parecía que era un buen momento, ya que se preveía un partido sin mucha dureza. Hablamos con su madre y fue un día muy bonito y emotivo. Le expliqué a los compañeros el problema que tenía Nico y que cuando entrase al campo le aplaudiesen. Al final lo mantearon sin haberles dicho nada, por iniciativa propia. Estoy muy orgulloso de mis niños».

Los compañeros mantearon a Nico tras el encuentro.
Los compañeros mantearon a Nico tras el encuentro. Jaime Solla Vituro

Valls señala que el boirense «seguirá entrenando y en algún partido podría entrar. Hay que ir poco a poco». En su debut, Nico Viturro jugó unos treinta minutos y los cinco últimos, además, portando el brazalete de capitán.

Culé y atacante

El barbanzano se declara fan del Barcelona «en las buenas y en las malas». Por ello, no es de extrañar que su ídolo sea Leo Messi aunque sienta predilección por el estilo de juego de Neymar. En el campo se mueve como delantero y mediocentro: «Me encanta la acción». El fútbol es su deporte preferido, porque «aunque es de equipo tiene su lado individual y esto también me gusta».

Además de amante del balompié, Nico es un apasionado del parkur y lo practica desde los 4 años. «Esto aún no puede hacerlo y es una espinita que tiene clavada», asegura su madre.