El Boiro se gusta ante el Victoria y no falla en su camino a Tercera (3-0)

Christopher Rodríguez
Christopher rodríguez RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

Noya, Taboada y Grégor pusieron los goles en un serio partido

10 mar 2024 . Actualizado a las 21:11 h.

El Boiro ha puesto la directa a la Tercera RFEF y partidos como el de hoy lo demuestran con creces. Barraña vivió una gran tarde de fútbol en la que los de Anxo Casalderrey fueron los dueños y señores del choque. Protagonistas con el balón e incisivos cuando había que serlo, los locales vencieron con comodidad a un Victoria que no pudo hacer nada ante el juego boirista (3-0).

No tardó en ponérsele de cara el choque a los locales. En el minuto 5 cayó el primer tanto, obra de David Noya. El central remató con contundencia un balón medido botado por Mario Prol desde el saque de esquina. El esférico entró de forma inapelable ante la mirada del guardameta visitante, que solo pudo mirar.

El tanto dio aún más alas al Boiro, que subió una marcha para continuar apretando al Victoria y tratar de asestarle un golpe casi definitivo. Lo consiguió en el minuto 11, también en una jugada a balón parado. El cuero fue despejado por la defensa cuando se dirigía a la portería. Santi Taboada, que aguardaba en la frontal, lo bajó al tapete antes de disparar con clase y poner el 2-0.

Leve mejoría

El paso por vestuarios le sentó bien al Victoria, que salió con las ideas algo más claras en la segunda mitad. Sin embargo, las ocasiones del Boiro no dejaron de sucederse, aunque los dos goles de ventaja se mantenían en el luminoso. La batalla fue dura en el medio campo, en donde el combinado barbanzano se hizo fuerte a través de rápidas combinaciones que desestabilizaron al bloque defensivo de los visitantes.

La sentencia llegó por banda derecha y de la mano de Mario Prol, muy activo durante todo el encuentro. El boirista de zafó de varios rivales a la vez que lideraba una contra vertiginosa que lo llevo al pico del área. Desde ahí habilitó a Grégor, para que él fuese el encargado de chutar. Al delantero arousano no le tembló el pulso. Amagó con la derecha y se la pasó a su zurda, definiendo con clase y batiendo al arquero del Victoria.

De ahí al final, poca acción. Anxo Casalderrey decidió dar minutos a los menos habituales y permitir descansar a los que habían salido de inicio. La decisión fue tomada con la mirada puesta en el partido de la semana que viene en donde el Boiro visitará al Noia, líder a tan solo dos puntos.