El «asesino rojo» gana la batalla y acaba con las palmeras de Carnota

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

CARNOTA

El peligro a que las palmeras se vengan abajo ha llevado al Concello a ordenar que se talen
El peligro a que las palmeras se vengan abajo ha llevado al Concello a ordenar que se talen MARCOS CREO

El ataque del picudo obliga a talar una decena de ejemplares, cuyos troncos serán vaciados y reconvertidos en jardineras

06 feb 2024 . Actualizado a las 19:37 h.

Fueron casi cinco años de dura lucha, pero al final el picudo rojo ganó la batalla y se ha llevado por delante a otro de los símbolos más visibles de Carnota: la decena de palmeras que desde hace casi medio siglo decoraban la zona verde del casco urbano. «Foi no 2019 cando uns veciños empezaron a avisar de que varias palmas estaban esmorecendo. Fixemos as primeiras inspeccións e vimos que tiñan o bicho dentro e xa empezamos cos tratamentos preventivos», recuerda el alcalde carnotano, Juan Manuel Saborido.

A la vista del buen resultado que se estaba consiguiendo con las palmeras de Noia para frenar el avance de esta plaga de escarabajos, desde el Concello se decidió contratar a la misma empresa para plantar cara a este ataque, pero desgraciadamente las de Carnota son de otra especie distinta, «e a nosa era insalvable unha vez que o picudo se mete dentro da corteza. Gastamos case 10.000 euros en impedir que morreran, e se fora hoxe non o faríamos», apunta el regidor.

Los troncos serán reconvertidos en jardineras para plantar flores de temporada
Los troncos serán reconvertidos en jardineras para plantar flores de temporada MARCOS CREO

Estos días comenzó la operación para decir adiós a esta decena de palmeras, y los operarios ya han talado casi la mitad de ellas, aunque un fallo en el sistema hidráulico de la máquina que utilizan ha provocado un pequeño retraso en la finalización de los trabajos. Aunque en las redes sociales se llegó a abrir un debate sobre qué árboles autóctonos podrían sustituir a las palmeras, desde el Concello se ha optado por una original solución que el alcalde vio que se puso en práctica en varios pueblos de Levante que también recibieron la visita del picudo rojo.

Como las raíces de las palmeras suelen ser muy grandes y, consiguientemente, demasiado complicadas de sacar; la alternativa será vaciar los troncos y convertirlos en una especie de grandes maceteros. «Serán como un tipo de búcaros onde meteremos terra vexetal e iremos plantando flores de tempada», apuntó el alcalde del municipio.

Esta decena de ejemplares del centro de Carnota se unen a otras tres que ya tuvieron que ser sacrificadas hace unos años en Lira, y en el sitio de una se plantó un almendro.

 Jardines Valle-Inclán

El picudo rojo lleva bastante tiempo haciendo estragos en las zonas verdes de la comarca, tanto municipales como particulares. Las palmeras eran también uno de los símbolos más visibles de los jardines Valle-Inclán de A Pobra, pero desde el 2019 fueron pasto de esta plaga que poco a poco se fue cargando todos los ejemplares, así como uno centenario que había detrás del Concello y los del parque Raquel Soler.

Ribeira, Rianxo y Boiro tampoco se han librado de esta invasión del asesino rojo, que entre sus numerosos ataques en la comarca se llevó la palmera que estaba instalada desde hacía más de seis décadas delante de la casa consistorial ribeirense, las del atrio de Palmeira y también hizo lo mismo con las del paseo boirense. Por el momento, las que siguen resistiendo son las de la Alameda de Noia, que al igual que otros ejemplares que hay en el municipio reciben tres veces al año un tratamiento fitosanitario para plantar cara al picudo.