261

Maxi Olariaga LA MARAÑA

NOIA

12 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

A simple vista parece un número cualquiera. Una cifra más que sube o baja teñida de verde o rojo en los tableros de la bolsa de valores que gobierna nuestras vidas desde el inframundo. ¿Quién sabe? Podría ser el número que nos señala la cita de la cola del paro. Este número, después de la persecución y encarcelamiento de muchas mujeres por mantener su lucha por la igualdad, propagó el grito de libertad a favor de su causa.

Kathrine Switzer (1947), una muchacha alemana de 20 años, inmigrante en los Estados Unidos, consiguió burlar los controles e inscribirse en la prueba de Maratón de Boston de 1967. Bajo el nombre de K.V. Switzer se hizo con el dorsal 261. Con un imperdible lo izó como una bandera libertaria sobre su pecho y, protegida por una escolta de amigos, partió de la meta camino de la gloria que la esperaba 42,195 kilómetros al otro lado de la frontera de la represión y la eterna lucha por los derechos humanos.

Kathy apretó los dientes, respiró el aire polucionado que el machismo generaba en aquella atmósfera tóxica, y echó a correr sabiendo perfectamente qué laurel hallaría al final de aquel camino en el que desde hacía milenios habían rendido su vida tantísimas mujeres. Sin mirar atrás voló libre entre la muchedumbre persiguiendo un sueño. Cuando, después de cuatro horas de carrera, divisaba en la lejanía las puertas de la gloria, un energúmeno, el organizador del evento, un tal Jock Sample la asaltó por la espalda y a punto estuvo de derribarla al grito de «sal de mi carrera y devuélveme el dorsal». Las fotografías de aquel momento histórico dan fe de cómo sus amigos expulsaron al cavernícola y Kathy pudo al fin cruzar la meta y con ello reivindicar su derecho a «ser mujer y no morir en el intento».

Jock Sample pasó a la historia por bruto y Kathy por heroína. Deberían leerse estas historias mujeres como Dolores de Cospedal, a la que el domingo le oí decir que su partido lideraba a las mujeres luchando por sus derechos. Ni a ella ni a las suyas vi en las manifestaciones que se celebraron reivindicando que el maratón aún no ha terminado. Lo conseguirán a pesar de mujeres como Cospedal y su corte.