Salvados por el sistema de videoactas

Marta Gómez Regenjo
MARTA Gómez NOIA / LA VOZ

NOIA

30 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Al margen de los debates más o menos encendidos, los plenos tienen una cara b, anécdotas, chascarrillos, curiosidades, protagonistas secundarios... Y la sesión que se celebró en Noia también la tuvo. Entre quienes coparon la atención a su pesar se coló el secretario municipal, que a veinte minutos de la medianoche tuvo que pedir un receso: el recientemente estrenado sistema de videoactas falló y fue necesario parar el debate para intentar solucionar el problema técnico.

A esas alturas de la noche, el poco público que quedaba en el salón de plenos, y probablemente varios miembros de la corporación, agradecieron verse salvados por la videoacta después de más de hora y media larga de intercambio de preguntas y respuestas entre la oposición y el gobierno local.

Las personas que ocupan el patio de butacas suelen ser un buen termómetro del interés de los asuntos que debaten sus representantes, y conforme pasaban las horas y las preguntas, iba en aumento el murmullo del público, que se revolvía en sus asientos impaciente. Solo unos cuantos aguantaron estoicamente en sus puestos, aunque para ello se vieran obligados acudir a lo que tuvieran a mano para entretenerse ante el, por lo visto, escaso interés de los asuntos. Un hombre ojeaba una revista, y otros hicieron de los móviles herramientas útiles para matar el tiempo. Allí permanecía, en cambio, Amadora, una incondicional que no se pierde un pleno, siguiendo atentamente el debate.

En esas estaban público y concejales, sin saber si preferían continuar con más preguntas de Lage o escuchar el informe que Freire se disponía a desgranar, cuando la videoacta falló, y entonces pudo verse la cara más amable de la corporación. De pie, charlando distendidamente y entre bromas sobre los problemas técnicos, los ediles apuraron los minutos que faltaban hasta medianoche.