«La capacidad no es un problema para la entrada de Rianxo, pero sí los camiones»

RIANXO

CARMELA QUEIJEIRO

Apoya la ampliación de las instalaciones, una cuestión que se puso varias veces sobre la mesa sin llegar a concretarse

23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Jacobo Patiño López no se anda con rodeos en cuanto al problema que existe en los concellos de la mancomunidad Serra do Barbanza para la recogida de basura. El director de explotación de FCC, la empresa concesionaria de la planta de tratamiento de residuos de Servia, reconoce que el estado de los camiones es «lamentable» y explica la situación que atraviesa el complejo. El ingeniero de Minas habla con la perspectiva de quien participó desde 1999 en el proyecto que, cuatro años después, dio origen a las instalaciones de Lousame.

-Cuando se abrió la planta estaba pensada para dar servicio a unos 50.000 habitantes y hoy se superan los 86.000, ¿está al límite de sus posibilidades?

-Realmente, para el diseño de las plantas de tratamiento se utiliza el dato de las toneladas de residuos que hay que tratar, más que el de los habitantes. Aunque son magnitudes que habitualmente están relacionadas, no siempre es así. La planta se diseñó para unas 25.000 toneladas, aunque con cierta flexibilidad. Además, durante estos años se han efectuado mejoras que han llevado a que en el 2008 se hayan podido gestionar por encima de las 34.000 toneladas. El año pasado, por ejemplo, cerramos con 32.500 toneladas.

-¿Esta limitación frena la incorporación de Rianxo a la mancomunidad?

-El complejo está prácticamente al límite de su capacidad, especialmente en agosto por la llegada de los turistas. Cuando Rianxo mostró su interés por incorporarse a la mancomunidad, realizamos un estudio técnico y llegamos a la conclusión que era posible. La capacidad no es un problema para la entrada de Rianxo, pero sí los camiones y su no renovación por parte de la mancomunidad, porque supondría la adquisición de un vehículo más. Si no se puede prestar un servicio adecuado a los municipios que están ahora, por el lamentable estado de los camiones, menos se podrá hacer con un ayuntamiento más.

-¿Está prevista alguna reforma para ampliar su capacidad? 

-Serra do Barbanza es la titular del servicio y de las instalaciones, de ahí que nosotros solo podamos proponer a la mancomunidad determinadas acciones. La ampliación del complejo se ha puesto muchas veces sobre la mesa, pero sin concretar nada. Nosotros pensamos que sería una gran idea aprovechar los terrenos de los que dispone la mancomunidad, anexos al terreno donde se asienta la planta, para ampliarla y extender el servicio a otros ayuntamientos, porque no solo estarían implantando un modelo muy valorado, sino que además crearía riqueza en su entorno, ya que está comprobado que este tipo de instalaciones son muy beneficiosas para la economía local.

-La planta de Lousame está a la cabeza del Estado en reciclaje de residuos, pero ¿cómo complica el trabajo que en los hogares no se separen los desperdicios?

-Es fundamental la colaboración ciudadana. Al contrario de lo que mucha gente piensa, si uno separa en su casa y deposita bien los residuos, está favoreciendo que haya trabajo y mercado de reciclaje y no al revés. De hecho, en las visitas que efectúan diferentes colectivos a nuestro complejo, pueden constatar lo complicado y lo desagradable que resulta para nuestros trabajadores procesar residuos mal separados.

-Muchos vecinos se quejan de que es difícil reciclar sin contenedores para los diversos residuos.

-La ratio que hay por habitante es de las más altos de Galicia. En la calle tenemos más de 7.000 contenedores de todos los tipos, pero es cierto que muchas veces, por su tamaño, tenemos problemas para ubicar los de papel y cartón y hay muy pocos municipios que ofrezcan contenedores de pilas.

«Remitimos más de 200 escritos a Serra do Barbanza recordándole que tenía que renovar los vehículos»

Patiño considera que el modelo está bien valorado, pero no el esfuerzo que se realiza desde FCC.

-¿Qué tipo de residuos son los que más problemas están generando en la mancomunidad?

-Podemos distinguir dos tipos de problemas. Están los estéticos, sobre todo los residuos voluminosos, como muebles, enseres, escombros de obras, que algunos dejan tirados en la calle o en cualquier lugar, dando muy mala imagen. Y los problemas técnicos, por no realizar una correcta separación y depósito de residuos, que hace que la calidad del compost sea peor o que haya elementos que no se puedan recuperar.

-Y sobre el problema en la flota para la recogida de basura, ¿qué responsabilidad se atribuye?

-Hay decir que la mancomunidad sabía que en septiembre del 2013 tenía que renovar por contrato la flota de camiones, contenedores y maquinaria de planta, al alcanzar los diez años de uso. Nosotros empezamos en el 2012 a recordárselo, tanto verbalmente como de forma escrita. Remitimos más de 200 escritos a Serra do Barbanza recordándole que tenía que renovar los vehículos, incluso nos ofrecimos a realizarlo nosotros. Actualmente, la totalidad de la flota está obsoleta y fuera de su vida útil, lo raro es que siga trabajando. Esto supone un auténtico quebradero desde el punto de vista logístico y operativo para nosotros. No creo que nadie pueda ver responsabilidad por nuestra parte. Al revés, deberían apreciar el esfuerzo que se está haciendo. Las averías obligan a que los camiones en servicio trabajen los tres turnos, lo que es una auténtica locura, porque hablamos de vehículos viejos que van cargados hasta los topes.

-Se habló de alquilar tres vehículos que no estarán disponibles hasta junio, pero queda un mes y medio hasta entonces.

-Es evidente que con más horas de trabajo los camiones se van a ir averiando más. Hasta junio realizaremos refuerzos puntuales con otros medios que encontremos o bien con los nuestros en domingos y festivos donde hay más disponibilidad de vehículos. En cualquier caso, no podemos asegurar nada porque las averías son siempre impredecibles.

-¿Se ha dado algún paso para la compra del solar de Servia?

-Cuando FCC presentó la oferta siempre habló de terreno en alquiler, porque no se puede comprar algo que no se quiere vender. La mancomunidad fue consciente de esto desde el principio y nos adjudicó el contrato sabiéndolo. Incluso iniciaron los trámites expropiatorios para su adquisición. Luego se nos exigió que lo comprásemos. No entendemos estos cambios de criterio de los últimos dos años. La forma de actuar de la anterior presidenta llevó a la total incomunicación tras quince años.