Reabrió sus puertas de la mano de José Manuel Mariño
30 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Fue en el año 1986 cuando abrió sus puertas, en el entorno del parque García Bayón, A Galleguiña, un bar que no tardó en colgarse el cartel de punto de encuentro, sobre todo entre los lobos de mar. Para disgusto de muchos, hace unos meses echó el cierre, pero fue solo un paréntesis. Y es que el local ya está de nuevo en marcha, eso sí, de la mano de un nuevo gerente, José Manuel Mariño Ventoso. Reanudó su actividad tras un profundo lavado de cara, aunque conservando su esencia.
La moderna decoración se mezcla con detalles que permiten a los clientes viajar en el tiempo. De las paredes cuelgan fotografías de cómo era el lugar en los años 40, cuando la playa llegaba casi a la puerta del edificio. También hay huellas del almacén de salazón que antiguamente funcionó en dicho lugar, cuya conservación provoca que barra y zona de mesas estén a dos alturas diferentes.
Jose Mariño ha apostado incluso por recuperar elementos tradicionales que se habían visto alterados en reformas anteriores, repicando una pared de piedra y dejando al descubierto la barra de madera de teca que estaba oculta tras una capa de pintura. Su idea es mantener a los clientes de toda la vida y atraer a los jóvenes, consiguiendo que A Galleguiña se convierta en punto de arranque de las noches de movida.
Planes de futuro
El hostelero, cuyo aval es su amplia trayectoria tanto en locales de Ribeira como de Santiago, se rodeó de amigos, familiares y clientes en la reapertura del bar. De momento estará solo detrás de la barra, pero su objetivo es contar próximamente con ayuda para ampliar, tanto horario como servicios. No descarta incorporar tostas, raciones y otras exquisiteces que le permitan completar uno de los puntos fuertes del negocio: la gran variedad de vinos.
Los cafeteros también encontrarán en A Galleguiña la gama más alta de la marca Veracruz, Egomundi. Una terraza, para las noches estivales que se acercan, redondea esta apuesta hostelera.