Ingenios volantes y rodantes en una Festa da Dorna sin tregua

RIBEIRA

CARMELA QUEIJEIRO

Nada menos que 43 artefactos surcaron el espacio aéreo de Ribeira

24 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A rebosar estaba el Malecón de Ribeira para presenciar ayer el mayor espectáculo de aviación nunca visto, el único e irrepetible y en el que, inevitablemente, pilotos y artefactos acaban en el agua: el Voo sen Motor de la Festa da Dorna. Fue una jornada trepidante en la 69 singladura porque, sin tiempo para reponerse del subidón aéreo, los peñeiros se metieron de lleno en los juegos de mar y, acto seguido, se lanzaron a toda pastilla en unos bólidos con velocidades punta para las que todavía no se ha inventado radar que pueda cuantificarlas y que no necesitan gasolina.

Montañas rusas, embarcaciones, tanques, un Big Ben y hasta un castillo con caballero incluido despegaron de la pista dorneira. Entre este insólito escuadrón de mujeres y hombres voladores, nada menos que 43 artefactos surcaron el espacio aéreo de Ribeira, se colaron unos vallisoletanos celebrando una despedida de solteros.

A ritmo de samba dorneira, los aparatos iniciaban el ascenso tan rápido como descendían, algunos con más destreza que otros. No fue sencillo, pero el jurado tuvo que decidir. El primer puesto fue para el cañón humano de Muxo Beti, mientras que la cigüeña de Os Polbos do Vilar quedó segunda; la montaña rusa de Os Pintos Joden Quintos consiguió la tercera plaza; la patrona dorneira de Atuna Nejra fue cuarta y el tributo a Top Gun de Corsarios do Barbanza ocupó la quinta plaza.

CARMELA QUEIJEIRO

También hubo ingenio y emoción a partes iguales en el trepidante descenso de carrilanas, en el que pudieron verse vehículos imposibles. El colofón fue apoteósico, con un desfile motero custodiando la carrilana de Boi de Putas, cuyos pasajeros eran, nada menos, que Heredeiros da Crus, que esta noche pondrán el broche a la Festa da Dorna.