«Cada minuto que pasa, la angustia crece». Con tono de desesperación se explica Nieves, la hermana de Carlos Pena Cabeza, el vecino de Meirás-Oleiros de 52 años, con familia en Carballo, que desapareció el jueves y del que todavía no se tienen noticias. «Recibimos un aviso por la mañana (de anteayer) de que alguien lo había visto deambulando por Sada. Incluso nos contaron que se refugiaba en un galpón abandonado. Pero ni la Policía ni la Guardia Civil pudieron confirmarnos si esto era cierto. Así que seguimos sin saber nada», cuenta Nieves.
La familia peinó la zona con la ayuda de un perro de rastreo que les acercó un voluntario de Protección Civil de Cee, pero sin resultado. Temen por su seguridad, ya que en el momento en que abandonó la casa lo hizo con una cuerda metida en una bolsa: «Estaba de muy mal humor. Discutió con nosotros y se fue al sótano, hasta que lo vimos salir de la casa. Solo nos dijo ?Hasta siempre? y se fue». El desaparecido mide 1,82 metros, pesa 90 kilos y vestía solamente un pantalón corto y una camiseta del Barça.