Como el tiempo pasa tan rápido y la memoria es tan frágil, a veces las noticias se nos van escapando de la memoria. Por eso a menudo no recordamos cosas que durante mucho tiempo estuvieron en el centro de la actualidad. Por ejemplo, cuando hace años se hablaba de la dudosa viabilidad de la central térmica de Meirama a raíz del ya inexistente decreto del carbón que potenciaba la materia prima nacional frente a la importada, entre otras muchas cuestiones que mueven el siempre complejo mundo de la energía. Pero eso ya es pasado. Las cosas cambiaron (normativa, anulación de primas a las renovables...) y su eficiencia es notoria.
«Meirama, un proyecto de país», nada menos. Así figura en el informe entregado a las medios en la presentación del plan estratégico que Gas Natural Fenosa (GNF) dio a conocer el miércoles, con las inversiones previstas para los próximos cinco años. El dinero necesario para la adaptación a la Directiva (entró en vigor este año) de emisiones industriales está garantizado. Y son cien millones de euros, que se dice pronto. El proceso de transformación y adaptación comenzó el año pasado, y sigue adelante. Dice GNF que instalará «los sistemas de depuración de gases más avanzados, lo que permitirá obtener una reducción de emisiones cercana al 60 % en el caso de los óxidos de nitrógeno; próxima al 90 % en los óxidos de azufre, y del 80 % en las partículas». Si esto es cierto, además de cumplir la ley -y de paso hacer de la necesidad virtud, o de solemnizar lo obvio- los vecinos del entorno lo agradecerán notablemente. Serán necesarios cambios técnicos importantes, y también ampliar el vertedero de residuos no peligrosos que da servicio a la central, situado en As Encrobas, donde empezó todo. En concreto, y según explica la empresa, en terrenos de la antigua escombrera de Limeisa, «lo que minimiza el impacto, ya que la situación final al término de la restauración del vertedero será equivalente a la prevista tras la restauración de la escombrera», dice la compañía, quien además aclara que los futuros cambios no implican ni incremento en el consumo de agua, ni en el de vertidos.
Fenosa, en esa filosofía de proyecto de país, añade que «es un activo de generación muy relevante para la compañía, ya que un solo grupo representa cerca del 40 % de la generación con carbón de GNF España, y en Galicia, Meirama supone cerca del 60 % de la generación de la multinacional».
La central de Meirama, que se nutre de hulla importada, tiene una potencia de 557 megavatios, con lo que puede abastecer a más de 650.000 hogares. Y será por muchos años más, por lo que se ve.