La opción de Pedra Vixía queda descartada por seguridad
27 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La asociación Adro no organizará la Festa da Carballeira de Baio. Así lo dio a conocer el jueves por la noche la directiva en una reunión a la que asistieron medio centenar de vecinos, entre ellos el alcalde, Manuel Muíño, y el portavoz del PP, David Gómez. La razón, según explicó ayer la presidenta de la entidad, Olga Mouro, es que, al no contar con la cesión del espacio en el que se venía desarrollando la celebración y descartadas las alternativas que se analizaron, no les queda tiempo material para todo lo que tenían que organizar.
«A día de onte non sabiamos nada, nin por parte das propietarias nin do Concello. Isto foise alongando e agora xa é unha cuestión de prazos. Non dá tempo», explicó Mouro, quien dio cuenta de que se miraron otras opciones, pero ninguna se adapta a las necesidades.
«Pedra Vixía non cumpría a nivel de proxecto. Foi o técnico mirar e non vale por accesibilidade e seguridade», añade la presidenta, quien detalla que los puentes y los desniveles de hasta seis o siete metros de altura impiden que los niños se puedan mover con libertad por el entorno.
Mouro no oculta que fue una decisión difícil y triste para ellas como organizadoras, porque se trata de una actividad muy arraigada y exitosa de años: «É un pouco a festa de todo o pobo», pero en las actuales circunstancias no les queda otra salida.
En cualquier caso, la posibilidad de cambiar la ubicación tampoco contaba con muchas simpatías entre el vecindario porque, como dice la presidenta de Adro, «perde a esencia do que era», ya que la fiesta está muy ligada al espacio natural en el que se ha celebrado estos años.
La razón de que las propietarias de los terrenos no hayan cedido, de manera gratuita y voluntaria como venían haciéndolo, la Carballeira, responde a un conflicto con el Concello, después de que el alcalde, Manuel Muíño, anunciase la necesidad de que el espacio pasase a titularidad pública. La razón esgrimida es la necesidad de una actuación ambiental, debido a las enfermedades que sufren algunos árboles y a que la población de robles va a menos, al punto de que, si no se plantan nuevos ejemplares, en unos años el encanto de la Carballeira podría verse muy mermado.
La posición del Concello, dispuesto a recurrir a un proceso de expropiación -así lo marcan las normativas- en caso de que las propietarias no acepten la oferta económica realizada, por lo visto no gustó nada a las dueñas, que le adelantaron a Adro su disposición de no cederla.
Ahora está por ver si de cara al próximo año se puede reconducir la situación, aunque desde la entidad señalan que por el momento no han pensado en ello, ya que estaban centrados en solucionar la papeleta actual.