En As Eiroas no cabía ni un alfiler

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

Unos 1.500 aficionados, de todas las edades, se dieron cita en el recinto carballés para ver el choque contra el Dépor

23 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Ni el día del Rayo en la Copa había tanta gente». Esa fue la reflexión de un aficionado que ayer acudió a As Eiroas para ver el amistoso de presentación del Bergantiños. Enfrente, el Deportivo de Pepe Mel.

El recinto carballés registró la mejor entrada que se recuerda en años. Unos 1.500 seguidores de todas las edades en el campo, donde no cabía ni un alfiler. Muchos siguieron las evoluciones del encuentro desde la terraza del bar o apoyados en la barandilla que circunvala el terreno de juego. Por allí estaban el alcalde, Evencio Ferrero, los ediles Marcos Trigo y Luís Lamas. También acudió el exdiputado y exedil del PP Alberto Sueiro. El resultado (1-6) fue lo de menos. Lo mejor fueron los 7.500 euros recaudados en taquilla y el gran sabor que dejó el paso del conjunto herculino por Carballo.

Buen debut de los tres fichajes del Bergantiños

En As Eiroas hubo ayer muchos alicientes. Los más jóvenes andaban prestos y dispuestos en busca de algún autógrafo o de hacerse una foto con sus ídolos. Otros seguían con la mirada las evoluciones de las nuevas adquisiciones del Deportivo para la próxima temporada. Pero en la grada había también quien estaba interesado en ver in situ a las tres caras nuevas del Bergantiños.

Y ninguno de ellos defraudó en su debut. Rubén Rivera anotó el gol rojillo y cuajó un buen encuentro. Todo apunta a que será un jugador determinante la próxima temporada. Baleato demostró ser un gran mediocampista y formará un magnífico tándem con Granada en la medular. Y Pablo Antas tiene muchos quilates en sus botas. Del resto, destacó la aportación de Iago Blanco, que fue una pesadilla por la banda izquierda hasta que las fuerzas le flaquearon a la misma velocidad a la que el cuadro de Pepe Mel imprimía ritmo de partido.

De hecho, el choque fue igualado (Piñeiro falló un penalti con 0-0) hasta el minuto 60, en el que el Deportivo anotó el tercer gol. A partir de entonces, el cuadro carballés bajó los brazos y los blanquiazules, con un Bicho espectacular, se llevaron la goleada.