El turismo de la Costa da Morte va hacia la excelencia y los precios altos

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / AGENCIA

CARBALLO

El Hotel Balarés, también con restaurante, en la parroquia de Cospindo (Ponteceso) abrió el año pasado
El Hotel Balarés, también con restaurante, en la parroquia de Cospindo (Ponteceso) abrió el año pasado Ana García

La tarifa media de una habitación al cierre del año fue de más de 85 euros, muy superior a la media de Galicia

05 feb 2024 . Actualizado a las 17:01 h.

Con las cifras promedio siempre se corre el riesgo de generalizar y de bajar a los que más tienen o subir a los que menos, pero, con todos sus conocidos inconvenientes, son un buen marcador de por dónde van las cosas. Y muchos más si los datos proceden de organismos oficiales que realizan sus estadísticas de manera sistemática y con abundantes consultados, como es el caso del Instituto Nacional de Estadística. Cifras que, por cierto, se han empleado en reiteradas ocasiones en las grandes citas turísticas y gastronómicas celebradas en Madrid en las últimas dos semanas, en Exceltur, Fitur y Madrid Fusión.

Según estos datos, la tarifa media diaria de establecimientos hoteleros en diciembre del año pasado en la Costa da Morte (una de las cuatro importantes en las que el INE divide Galicia) fue de 85,54 euros. Muy lejos de los 54,71 de las Rías Altas, y también delos 55,75 de la Mariña lucense. Solo le ganan la Rías Baixas, en las que entran las de Pontevedra y las de Barbanza, con 90 euros justos.

Esto, este año que acaba de terminar, pero en el remate del 2022 la habitación más cara era la de la Costa da Morte, con 90.27 euros, y el en 2021, lo mismo: 82,22 euros, con una diferencia muy notable con el resto. Llaman la atención los datos del 2021, con promedios entre 40 y 47 euros, entendibles porque aún no se había salido de la pandemia, las restricciones aún eran muy importantes y los viajes aún tardarían en retomar su dinámica.

Si se compara con la media gallega, en la que también entran las grandes ciudades, en diciembre la cifra de alojamiento diario estaba en 70, 55 euros, con importantes diferencias entre la provincia coruñesa (59,90 euros) y la de Pontevedra (90,04), en todos los casos superiores a las alcanzadas en los dos años anteriores. Existe otra variable que el INE también evalúa, la de la rentabilidad e ingresos reales por cada habitación, que va en consonancia y cuyos márgenes también han crecido mucho desde la pandemia. Y factor a tener en cuenta es la tarifa mes a mes, con importantes y evidentes cambios desde el 2021 (siempre creciendo) y según la estación (más caro en verano y a final de año). Resulta curioso comprobar cómo la cifra récord de la tarifa media diaria se alcanzó, en la Costa da Morte, en diciembre del 2022, con algo más de 90 euros.

Toda esta amalgama de cifras sirve para comprobar una dirección del turismo comarcal que parece imparable, sobre todo los proyectos abiertos en los dos últimos años y los que están en marcha: la excelencia. Y esta es cara, pero es la elegida por quienes disfrutan de experiencias, paisajes y gastronomía de alta calidad, y además con un respeto al entorno. Ya hay varios hoteles, casas de turismo rural o cabañas que están en el entorno de los 200 euros la noche.

El parador de Muxía ya ha abierto las reservas para su reapertura, el 22 de marzo, y la habitación doble (sin desayuno) se vende entre 162 y 202 euros para los últimos días de ese mes. Fisterra, Muxía, Cabana, O Ézaro o Camariñas tienen hoteles que tarifan en esta órbita. Los nuevos proyectos del litoral carballés, lo mismo.  

Casos concretos

Suso Lema, de Casa de Lema, en Morpeguite (Coucieiro, Muxía), prefiere mantener los precios más o menos parecidos todo el año. La gran afluencia de unos meses compensa la menor de otros. Tiene habitaciones-suite que rondan los 180 euros, pero también clientes que valoran ciertos estándares, sobre todo foráneos. Ha notado mucho la recuperación desde la pandemia, el crecimiento de extranjeros y la buena influencia del Camiño a Fisterra y Muxía, entre otros factores. También es una buena opción cuando el parador está lleno, que ocurre a menudo. Su caso, y otros muchos como él, es el fruto de optar por la calidad y la excelencia, sabedores de que hay un mercado en auge que la demanda cada vez más.

Habló sobre ello en Madrid Fusión Rafa Varela, del Hotel (y restaurante) Balarés, en Ponteceso, un nuevo templo gastronómico y de descanso que puede andar en los 200 euros. «A calidade ten que ser o obxectivo», explica. Muchos clientes son extranjeros. En Madrid Fusión, a muchos e los asistentes a su presentación se les hacía la boca agua, y no solo por la comida que preparaba su esposa, Silvia Facal, sino por las vistas, tranquilidad y experiencias que ofrece. Algo que empieza a se cada vez más común, pero que hace diez años o menos era casi impensable en la Costa da Morte.

Pazo do Souto
Pazo do Souto BASILIO BELLO

El Pazo do Souto abrió el camino hace ya 31 años   

Hace 31 años y doce días, el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, inauguraba el Pazo do Souto, en Sísamo, estos días tristemente de actualidad por el fallecimiento del hijo del fundador, de 52 años (su padre murió en noviembre del 2021, a los 74 años). Ese local marcó un camino a seguir que tardaría en imitarse: recuperación del patrimonio, apuesta clara por la calidad, tarifas altas (para la época y en comparación), y mucha clientela extranjera.

Con los años se ha ido viendo que es un modelo que funciona en la Costa da Morte. Y más allá, porque esa es la apuesta que este año ha llevado el área de Turismo de la Deputación a Fitur, con notable presencia comarcal, y con el objetivo de seleccionar el modelo que se quiere, respetuoso con lo local y que ofrece unos atractivos disponible en otros lugares. Y eso cuesta dinero, pero es un retorno. No hay más que ver lo construido en los últimos años en la zona para comprobar que es la vía. También las viviendas turísticas, claro, pero ese es un debate paralelo: ya hay más de 1.500 en la zona, con más de ocho mil plazas, sobre todo estacionales.

Fuerte crecimiento en diciembre de turistas nacionales y foráneos   

El mes de diciembre ha sido bueno para el turismo comarcal, y eso que muchos hoteles cerraron por temporada. El INE acaba de publicar los datos de ocupación (son mensuales, fruto de las encuestas directas en numerosos establecimientos de la zona), y a la vista de los resultados ha habido crecimiento en visitantes nacionales y extranjeros. Así, de los 3.164 registrados en diciembre del año anterior, se pasó a los 4.303 últimos, lo que representa un 36 % más.

La cifra de extranjeros es menor, pero el porcentaje, muy superior: de 251 a 399, un 59% más. Las pernoctaciones subieron, en consecuencia, pero solo de los nacionales, pues los extranjeros se quedaron menos días. El mejor dato de diciembre fue el de las Rías Baixas, con 78.253 personas.