Meirama también se queda sin la concesión del agua que tenía desde 1980, de 568 litros por segundo

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ana Garcia

Iniciado el expediente de extinción, aunque los dos embalses surtirán a la futura planta de hidrógeno

06 feb 2024 . Actualizado a las 11:56 h.

La muy anunciada y real muerte de la central térmica de Meirama, en la parroquia de As Encrobas (Cerceda), está siendo una evidencia con el desmantelamiento de la planta, que incluye las llamativas voladuras de torre de refrigeración, chimenea, silos y caldera, y antes elementos auxiliares como la cintra transportadora, que tanto llamaba la atención por atravesar la carretera a Mesón do Vento.

Pero la central también desaparece con elementos que no se ven, pero que son de gran calado. Un ejemplo es la concesión de agua, de nada menos que de 568 litros por segundo. Procedían de tres ríos y tres municipios (Bustelo, Biduído y Postigo, en Cerceda, Ordes, y Tordoia), con aportes a dos embalses construidos para dar servicio a la central, los de Vilagudín y Vilasenín. Las obras costaron doscientos millones de pesetas (1,2 millones de euros).

ANA GARCÍA

El expediente de extinción de esa concesión, de ala que aún es titular Fenosa, está en marcha, y fue publicado ayer en el Diario Oficial de Galicia. El expediente completo puede consultarse en Augas de Galicia. Y entre su documentación está el título concesional, concedido en 1980 por la Dirección General de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas. Fenosa pedía entonces mil litros por segundo, pero le dieron algo más de la mitad. Aparecen las reclamaciones de los vecinos afectados. Y también del alcalde de A Coruña, José Manuel Liaño Flores (casualmente, era de Cerceda), que se oponía a la concesión, por el riesgo de que las aguas residuales llegasen a A Coruña, con posibilidad de contaminación de la traída a la ciudad. No solo por eso: consideraba el caudal como excesivo, «dada la enorme escasez de agua», ya en aquel momento. También hubo alertas de la Confederación Hidrográfica del Norte de España, que dio su visto bueno, pero exigiendo que no quedase afectado el abastecimiento a Santiago. Las alegaciones del alcalde coruñés, por cierto, fueron desestimada por los técnicos, al entender que no existía ningún riesgo.  

Embalse de Vilagudin
Embalse de Vilagudin CRISTÓBAL RAMÍREZ

Pese a que esta puerta concesional se cierra, otra se abre: la de la impulsora de la planta de hidrógeno verde que se va a construir en As Encrobas. Aprovechando las infraestructuras existentes, solicita ahora un caudal de 730.000 metros cúbicos al año. El proceso es largo, y el agua, crucial para el éxito de este proyecto industrial.