«Rozamos a beleza, pero dende o feo»

Patricia Blanco
patricia blanco CARBALLO / LA VOZ

CAMARIÑAS

Ana Garcia

Ganadoras del primer premio de la Mostra, provocaron en la gente «un estado de shock»

18 abr 2017 . Actualizado a las 17:44 h.

Cada vez más, la Mostra do Encaixe de Camariñas se consolida como un trampolín para las nuevas generaciones de creadores. De entre la treintena de colecciones participantes en el certamen de diseñadores noveles, el primer premio se lo llevaron Teresa Búa, de Muxía, y María Vázquez, de Oleiros, por su colección Verde, Superverde, creada a cuatro manos. Desde el domingo, día en el que se conoció el fallo del jurado, no han dejado de recibir felicitaciones. «A verdade é que estamos supercontentas da acollida que tivemos. Ao xurado encantoulle», cuenta Teresa. Presentaron una arriesgada propuesta masculina -los chicos, con vestido-, con el que consiguieron el efecto que buscaban: «Provocamos na xente un estado de shock. Era o que queriamos, remover conciencias», añade. Era tan inusual que sorprendió, y ellas sabían que se movían en esa línea: «Podía ser para moi ben ou para moi mal, como sempre que se arrisca. Penso que rozamos a beleza, pero dende o feo», afirma Teresa. El jurado, así pues, valoró esa capacidad de arriesgar.

El talento muxián en esta colección no solo lo puso Teresa, sino también su hermano, Lois, que se encargó del maquillaje: «Algúns dos modelos impactaban, porque parecía que saían de levar unha tunda. Cando saía o primeiro a xente quedaba sorprendida, pero logo xa vían aos demais...», dice la creadora. Verde, Superverde está inspirada en la película El Quinto Elemento. Teresa indica que el filme «está basado en salvar o mundo» y en sus prendas trataron de reflejar la misma idea, «pero dende unha perspectiva feminista, que é dende onde me movo eu agora mesmo». Los chicos luciendo vestidos, por ejemplo, «é un paso moi grande». En este sentido, saben que se están dirigiendo «a un público minoritario», de ahí que su intención sea la de «crear un novo público». Explica la muxiana que consideró el concurso de diseñadores noveles de la Mostra como «unha oportunidade, e ademais cerca da casa».

Nivel y estilos

Ya el año pasado había acudido a verlo, y ahí observó el nivel y también el estilo de propuestas. Presentarse no siempre es fácil -requiere trabajo y dinero, es una inversión-, pero se lo propuso a su amiga María y se embarcaron en el proyecto: «Temos un estilo parecido». Teresa cursa segundo curso en la Escola Superior de Deseño Textil e Moda de Galicia (Esdemga) y, María, tercero de Deseño de Moda en la Mestre Mateo. Desde el primer día, Verde, Superverde recibió felicitaciones del jurado, unánimes. Esteban Freiría dijo de ella que se trata de una colección «valiente, fresca y nueva». Esa capacidad de arriesgar, cree Teresa, fue decisiva. Atrás quedan cinco días intensos: «Foi estupendo, aínda que si que é moi cansado. Son días de estrés no backstage. Todo ten que ir súper rápido, pero a verdade é que cos compañeiros foi todo moi ben, e aprendes moito duns e doutros».

Búa vio nivel en esta edición y algunos proyectos le llamaron particularmente la atención. De hecho, dice que a las otras dos colecciones ganadoras -Surcos, de la granadina Carmen Gómez, con el segundo premio, e In the park, de la pontevedresa Jessica Costas, con el tercero- ya le habían echado el ojo. De momento, Teresa y María aún no han pensado en nuevos proyectos: «Hai que ver e mirar opcións». Reconoce que el mundo de la moda «é complicado», que requiere «investir»: «Os mecenas son os pais».

«Estoy muy contenta de que la colección haya ganado en un certamen como el de Camariñas. No es lo que se suele ver», dice por su parte María desde Oleiros. Para ella, es un síntoma de que «se puede arriesgar, y hacer algo bueno». Los ánimos del jurado y de los compañeros, cuenta, les dan ganas «de seguir haciendo cosas, incluso de ampliar la colección». Valió la pena y, sobre todo, salió bien eso de «unir fuerzas, juntarse». Para ella fue un «sorpresón» el premio: aunque sabían que llevaban «una buena colección», todo dependía del jurado. Vázquez conoció a Teresa a través de Lois, puesto que estudió con él bachillerato de artes. «Trabajar juntas fue facilísimo. Nos compenetramos bien, tenemos un rollo muy parecido». Y eso que trabajar en equipo no es fácil. De la treintena de colecciones, salvo la suya y otra, todas eran individuales.