Carballo bate un nuevo récord, con 7,6 millones de euros de remanente

s. g. / j. v. / t. l. CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

José Manuel Casal

Zas tiene casi tanto dinero en el banco como presupuesto para este año

25 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Carballo acumula, año tras año, un récord de remanente. El actual es de 7.602.903 euros, casi la misma cantidad que tiene A Laracha como presupuesto (7,7 millones), que a su vez logró 1,5 millones de remanente en el mismo ejercicio. El año pasado, Carballo tuvo 6,8 millones. Lo curioso, una vez más, es que el gasto estará muy limitado: solo los 1,8 millones de superávit de la liquidación del año pasado, de la que se dará cuenta en el pleno del lunes, y que ayer avanzó el alcalde, Evencio Ferrero. Una sesión que servirá para que Aurelio Núñez regrese a la corporación, como portavoz del PP, o para formalizar la adhesión a la Reserva de la Biosfera.

En A Laracha han logrado en los últimos años sucesivos superávits presupuestarios, que le han servido, en parte, para aumentar el gasto en servicios sociales y mejorar la red viaria, como ocurrió en el 2015, cuando logró casi un millón de euros en positivo. Con respecto a la liquidación del presupuesto del 2016, el ejecutivo logró elevar esa cuantía hasta los 1,5 millones. Sin embargo, el alcalde, José Manuel López, reconoció ayer que no podrán tocar nada de ese excedente a la espera de que el Gobierno autorice el cambio a aquellos concellos que estén saneados.

Carballo no podrá gastar más debido a la regla del gasto que impone Hacienda a todas las Administraciones, pero que solo cumplen las locales. Y se salvó por 88.000 euros. Esa regla (compleja, que liga el gasto al PIB: Hacienda dedica 13 páginas a explicar cómo computa) no tiene en cuenta ni a los concellos saneados ni a los que deben. Ferrero clamó contra esta injusticia. Y la cantidad en las arcas municipales es aún mayor, por los 2 millones del canon del agua ya ingresados y por los fondos europeos pendientes del Anllóns-Bardoso.

Zas tiene en el banco cerca de 3 millones, cuando el presupuesto quedará en el entorno de los 3,4. Como ejemplifica el alcalde, Manuel Muíño, prácticamente podrían «estar un ano enteiro sen recibir ningún tipo de ingreso», lo que da una idea de lo absurdas que son, a su juicio, las restricciones. En Muxía, donde están con la elaboración de las cuentas, tienen unos 700.000 euros de remanente, pero, además, están pendientes de 2,2 millones de los eólicos. Los recursos ahorrados de años anteriores, que llegaron a superar el millón, han sido ya invertidos en una parte. Algo parecido a lo que ocurrió en Dumbría, donde como explica su alcalde, José Manuel Pequeño, tuvieron que recurrir a un plan de ajuste, pese a no tener ningún tipo de problema, para poder gastar esos recursos acumulados. Del ejercicio pasado le quedaron en torno a los 300.000 euros.

Algo menos, unos 274.000, son con los que tienen en Corcubión, donde el regidor, Manuel Insua, está en conversaciones con intervención para ver cómo encajan actuaciones consideran necesarias dentro de las limitaciones.

En Fisterra son más del triple, unos 900.000 y el alcalde, José Marcote, explica que, como todos, están a expensas de la aprobación de los Presupuestos del Estado para ver cuáles serán las pautas. En su caso, este año dejarán liquidada toda la deuda. A su juicio todo este sistema es un error «porque quedou bastante claro que a débeda de España non estaba nos concellos» y, sin embargo, las Administraciones locales sufren las trabas.

En Vimianzo también se han amoldado a las restricciones y dedicaron buena parte del dinero acumulado a reducir deuda, hasta el punto de que quedará por debajo de los 300.000 euros, como detalla el teniente de alcalde, Fernando Mancebo, que cuenta con unos 120.000 euros de remanente, aunque explica que esas cantidades siempre tienen matices, ya que depende de qué conceptos se tengan en consideración.

Cee y Camariñas llevan ya años en los que es más el dinero que deben que el que les sobra a final de ejercicio. Como dice el regidor Ramón Vigo, no se trata de que su deuda resulte desmesurada o inasumible, sino todo lo contrario. En el cierre del ejercicio quedarán «co comido polo servido», en equilibrio. El edil camariñán Juan Carlos Canosa señala que todavía no cuentan con una cifra exacta de remanente, pero «será importante».