Decesos que van a más, o eso parece

Santiago Garrido Rial
Santi Garrido CRÓNICA SOCIAL

CARBALLO MUNICIPIO

25 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Más allá de la ya manida chanza de que se está muriendo gente que nunca se había muerto (una aproximación distendida a un asunto trágico, pero que forma parte de la vida y por tanto no se escapa al humor, la ironía o el sarcasmo), lo cierto es que se está muriendo más gente que nunca. Al menos, en Carballo y en los últimos tiempos, donde el hecho de tener la misma población en los últimos años permite comparaciones más certeras. Allí donde se pierden decenas o centenares de vecinos anualmente, por la falta de relevo generacional, la emigración y, por supuesto, los decesos, es más complicado y no queda otra que ceñirse a los porcentajes.

En Carballo, el saldo vegetativo general, en todo el municipio, se cerró el año pasado con 72 personas de diferencia negativa (234 nacimientos frente a 296 muertes). La capital municipal, con casi 20.000 habitantes, es la de mayor incidencia de la comarca y también una de las principales de Galicia. Ahí, las cuentas corren a cargo de la parroquia. En el 2016 hubo 122 entierros. Cifra elevada, especialmente porque nunca -en lo que la memoria y las anotaciones del párroco alcanzan- se habían superado el centenar de sepelios. En lo que va de 2017 ya se han realizado 44 entierros, incluidos los dos previstos para hoy (si no hubo incremento a lo largo de la tarde) y el de anteayer. Comparado con el mismo período del 2016, sumaban 26. Muchos menos, tal vez por una inflexión en este tipo de estadísticas. En el 2015 fueron 30 hasta la tercera semana de marzo. La subida es llamativa. Un responsable de una funeraria reconocía hace pocas semanas que, en efecto, los óbitos van a más, y en toda la comarca.

Además de los datos del día a día, los saldos vegetativos (los oficiales del 2016 aún no se han publicado) son una radiografía de lo que sucede. Da igual el concello que se elija. Cabana, por ejemplo: en el 2015, 14 nacimientos y 76 defunciones. Resultado: un -62. Esta misma semana se enterraron dos personas el mismo día del pequeño lugar de O Piñeiro, en la parroquia de Anos. Y en estos casos de tablas oficiales se trata solo de los empadronados. En Coristanco es similar: 28 frente a 104, con 76 de diferencia negativa. En Cerceda, ese desequilibrio es de 48... Y así en todos los casos.

A nadie se le escapa que este incremento de la mortalidad se debe sobre todo a la elevada población mayor. El índice de envejecimiento crece imparable, así que la situación refleja normalidad. Aunque a veces ocurran hechos llamativos, como cuando en apenas un mes, en diciembre pasado, en la parroquia carballesa de Entrecruces se produjeron 12 decesos. Seguro que hay unas cuantas que llevan años sin ninguno, para compensar la estadística.