Treinta años al servicio de Carballo

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO MUNICIPIO

Jose Manuel Casal

La agrupación de Protección Civil, integrada por 61 voluntarios, fue de las primeras en crearse en Galicia

30 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Foi a raíz dun incendio en Casa Grande cando se falou de crear Protección Civil de Carballo», recordó Francisco Javier Souto Facal, Piti, coordinador del Servicio Municipal de Protección Civil. Transcurría 1987 y en la capital de Bergantiños solo había un grupo de emergencias, los bomberos voluntarios, creados en el 1979. Estos solo acudían a incendios en el casco urbano, de ahí la necesidad de crear Protección Civil para cubrir el resto de contingencias. La entidad nació en 1987 y está inscrita en la Xunta con el número 15, siendo una de las más veteranas. Ambos colectivos coexistieron hasta 1991, cuando el Concello unió los bomberos voluntarios (el parque profesional carballés data de junio del 2004) y Protección Civil bajo un miso uniforme: el naranja y azul.

Los medios en la provincia eran muy limitados. «Quitando A Coruña, Ferrol e Santiago non había ningún sitio, excepto Carballo, cun camión motobomba», explicó José Luis Barca Añón, Luitino, presidente del colectivo y gerente del consorcio de bomberos. Eran tiempos complicados para las emergencias: «Tiñamos unha boa demarcación: dende A Coruña ata Fisterra», dijo Piti. Eso suponía llegar a veces a un incendio o un accidente una hora después de producirse el aviso.

No solo había déficit de infraestructuras, sino de formación y medios. Luitino, Piti y José Manuel Lavandeira Lorenzo, uno de los veteranos del servicio de emergencias de Carballo, recordaron como se las apañaban al principio. «Tiñamos unha bomba [de agua] que aínda gardamos, amarrada a un remolque, e un camión que transformamos colocándolle un depósito do leite», explicó Luitino. Y para los retenes, dos walkie-talkie rudimentarios «como dous ladrillos».

Lavandeira Lorenzo es, a sus 66 años, un emblema en Protección Civil. Recibió varios premios por su labor y trayectoria. El último, la cruz de méritos distinguidos. Se podría definir como un autodidacta de las emergencias. Todo lo que aprendió fue a golpe de intervención. «Daquela non había cursos de formación como agora», explicó. A sus 66 años no piensa en colgar el uniforme. Al revés. «É o noso gran reto, incorporar a xente con experiencia», señaló Luitino. Y justificó sus palabras. «¿Por que temos que renunciar á experiencia dun policía, garda civil ou médico? Poden ensinar aos que entran e ser útiles nun operativo».

En la actualidad son 61 voluntarios y todos ellos tienen un sinfín de cursos formativos. Y cuentan con medios técnicos. Por lo que el futuro pasa, según Luitino, «por canalizar os esforzos na atención sanitaria». Y justificó: «Precisamos dunha ambulancia e persoal capacitado para a xestión das urxencias médicas. Con iso creo que estariamos cubertos en todos os aspectos».