El cadáver de José Lamas fue hallado a solo dos kilómetros de su casa

Dos hombres localizaron sobre las ocho de la tarde de este viernes el cuerpo de José Lamas Muíño, el carballés de 81 años desaparecido de su casa de A Espanadeira, en la parroquia de Entrecruces. Había sido visto por última vez sobre las seis y media de la tarde del 23 de diciembre.

El cadáver fue localizado a unos dos kilómetros de su domicilio y a unos 300 metros de la intersección con una pista forestal sin asfaltar, en una zona con elevada vegetación, pronunciada pendiente y de muy difícil acceso.

Estas dos personas se encontraban en las inmediaciones del lugar de San Paio (Entrecruces), a apenas unos metros del monte comunal. Realizaban labores de medición y marcado de unos terrenos cuando uno de ellos se encontró con un pantalón. En un primer momento no le dio importancia, hasta que, casi inmediatamente, vio varias prendas diseminadas en un pequeño radio de terreno y se topó con el cuerpo, que se encontraba en muy mal estado y presentaba signos evidentes de que había sido pasto de las alimañas, lo que explica que los restos hubieran aparecido esparcidos.

Inmediatamente dieron aviso a la Guardia Civil y a los familiares del desaparecido, puesto que enseguida intuyeron que se trataba del vecino que habían buscado infructuosamente. También acudió la Policía Judicial para recabar pruebas en el entorno, un lugar de muy difícil acceso a causa de la maleza. La jueza de guardia decretó el levantamiento del cuerpo pasadas las once y media de la noche y fue enviado al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) para serle practicada la autopsia. Aunque no han trascendido las causas del fallecimiento, sí se ha determinado que no hubo violencia, aunque los familiares tampoco se explican qué podría hacer allí José Lamas, porque se trata de un área que no es de paso y resulta prácticamente intransitable.

Seguro

Los agentes localizaron junto al cuerpo la cartilla del seguro propiedad de la víctima -se había marchado de casa sin el DNI y sin dinero- motivo por el que pudo ser identificado ya que el cuerpo presentaba un avanzado estado de descomposición.

Los allegados señalaron en un primer momento sentirse «aliviados» después de toda la incertidumbre que supuso «estar tantos meses sen saber nada» de él. Siempre tuvieron muy claro que a José Lamas le había sucedido algo «malo», pero la falta de noticias y de pruebas periciales los tenían muy preocupados: «Agora dámoslle fin a este asunto. Antes non o tiña, non o había. É malo, pero é un fin», relató un familiar.

Después de la autopsia, que comenzó pasado el mediodía de ayer, el juzgado permitió que el cuerpo fuera trasladado al tanatorio de Anxeriz, en Tordoia, que es el más próximo a la zona en la que residía el fallecido. El entierro está previsto para hoy en la iglesia parroquial de Entrecruces. La familia temía no poder velar el cadáver, pero la jueza lo autorizó al mediodía de ayer.

Cabe recordar que desde el primer momento de la desaparición de José Lamas se montaron varias batidas por la zona, en las que participaron numerosos vecinos y cazadores con perros adiestrados. Incluso miraron en el entorno de una antigua mina de wolframio de Anxeriz y en varios pozos, algunos de ellos secos y muy antiguos. Hasta Carballo acudieron agentes de la Guardia Civil de Montaña, con base en Trives, aunque estas pesquisas no habrían dado los frutos esperados. Las investigaciones sobre la desaparición de José Lamas las llevó desde un primer momento la Policía Judicial de Carballo.

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