Cambios en el San Martiño

Santiago Garrido Rial
Santi Garrido CRÓNICA MUNICIPAL

CARBALLO MUNICIPIO

27 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una de las zonas que más ha cambiado en Carballo en los últimos años (y lo han hecho unas cuantas: Parque do Anllóns, Rego da Balsa, la urbanización del centro...) ha sido la del San Martiño. En los últimos, y en los no tan últimos. El ex edil Manuel Andrade, que acaba de cumplir los 77 aunque no se le notan, recordaba no hace mucho que en sus años más mozos, cuando el puente de Isabel II aún tenía a la vista los nueve arcos y ninguna casa al lado, que el San Martiño era un recodo del Anllóns con una especie de pozo en el que solían bañarse. Un sitio casi ignorado entonces, frontera de un Carballo que ya desde la iglesia vieja quedaba lejos.

Poco a poco se fue urbanizando y las fronteras con A Milagrosa por esa parte se fueron acercando. Recuerdo a mediados o finales de los ochenta un puente estrecho de madera y, al lado, un pequeño campo al que algunos solían ir a descansar. Aquella pasarela fue a más y hoy es un vial con bastante tráfico que ganará fluidez cuando se reforme y conecte en buenas condiciones la Martín Herrera con esa zona, de tal modo que los peatones tendrán más protagonismo.

Estos días, y no sin tiempo, se ha producido un nuevo avance en el aparcamiento. No olvidemos que fue el primero habilitado en terrenos privados para uso público, la avanzadilla de lo que hoy es un modelo de estacionamiento libre que prácticamente todos aplauden. Llevaba bastante tiempo en mal estado, y el nuevo sentido de tráfico en Martín Herrera y Sol ha generado el paso de más vehículos, que en muchos casos no saben por dónde meterse hacia A Milagrosa. Ayer comenzaron las obras de fresado de este párking, y en breve se le aplicará el aglomerado correspondiente, con pintado de las plazas para cada coche y del sentido viario. Falta hace. Además del uso en el día a día, en el San Xoán se aprovecharán mucho más, que para eso están ahí buena parte de la atracciones. Incluso pudo haber estado un mercado provisional de haberse construido uno nuevo como quería algún grupo, pero eso ya no ocurrirá.

En esta zona también se ha habilitado una pista peatonal que conecta con el puente del medio del parque, que por cierto en primavera y otoño ofrece muy bellas estampas. Ahora más, con las colonias de patos, las garzas y -dicen testigos- también dos nutrias. Una pista muy práctica sobre todo en tiempos de heladas y lluvias, por lo resbaladizo y encharcable que resulta la zona. Y por la que pasan muchos a ver la fauna antes citada. Ahora que llega el San Xoán, queda pendiente arrancar las malas hierbas del cauce. Y desear que los patos no se asusten mucho. Tal vez emigren temporalmente hacia el Muíño do Quinto.