Tres trabajadores heridos por una explosión en Ferroatlántica

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CEE

Dos de ellos están hospitalizados en A Coruña con quemaduras

19 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una deflagración supuestamente provocada por la filtración de agua en el horno 12 de la fábrica de Ferroatlántica en Brens (Cee), dejó heridos con quemaduras ayer por la mañana a tres trabajadores de la planta. Dos de ellos, Gerardo Castro Caamaño y Francisco Castro Villar, se encuentran ingresados en un centro hospitalario coruñés, con la cara afectada, especialmente Gerardo, que presenta quemaduras de segundo grado, aunque ambos están fuera de peligro.

El tercero, Santiago Paz Castro, que es el presidente del comité de empresa, ya se encuentra en su domicilio con las manos enrojecidas y alguna ampolla leve.

«É como unha bufarada a moitísima temperatura. Temos unha chapa máis ou menos á nosa altura, que de aí para arriba é de reixa. Eles abaixáronse un pouco e queimoulles o que tiñan ao descuberto. Eu estaba na zona do pupitre [centro de control del horno] con outro chaval. Fixemos por correr e el tropezou comigo e caeu, polo que non lle pasou nada, só algunha rascadura. A min só me colleu nas mans e téñoas vermellas, como cando vas á praia e che dá moito o sol. Sairame algunha bocha, pero pouca cousa», detalla Paz.

Los hechos se produjeron poco después de las 11.00 horas y los propios servicios médicos de la fábrica atendieron a los afectados, antes de que dos de ellos fuesen evacuados en ambulancia.

Según explicó la propia empresa a través de una portavoz, el accidente se debió a «una explosión en un horno por una pérdida de agua», lo que supuso que los trabajadores que se encontraban detrás de una plancha metálica, cuya parte superior es de rejilla para posibilitar la visión del horno resultasen afectados «por una fuerte emisión de calor». Pese a estos primeros datos, Ferroatlántica adelanta la apertura de una investigación para esclarecer en detalle lo sucedido.

Técnicos conocedores del funcionamiento del horno 12, el mismo en que el ya se produjo un accidente mortal hace más de un decenio por un incidente parecido, explicaron ayer a qué se deben este tipo de deflagraciones. La estructura es una gigantesca caldera de 12 metros de diámetro en la que se llegan a alcanzar temperaturas superiores a los 2.000 grados centígrados. En ella, para producir las ferroaleaciones se añade cuarzo, cascarilla de hierro, carbones y otros componentes además de corriente eléctrica. La gran mayoría de las piezas del horno son huecas y por ellas discurren conductos de agua para su refrigeración. Las fugas generalmente no suponen problemas graves ya que la propia temperatura evapora el agua. Sin embargo, en la parte superior se forman capas de material al estilo de una falsa bóveda que pueden acumular el agua y cuando se derrumban de manera repentina son susceptibles de generar estas peligrosas deflagraciones.

El accidente llega en pleno conflicto por la venta de las centrales y después de que el pasado 29 de marzo tuviese que ser hospitalizado el trabajador de una subcontrata por inhalación de niveles de dióxido de carbono muy superiores a los permitidos. De ahí que ayer el comité de empresa pusiese el grito en el cielo, al asegurar que las fábricas arrastran un déficit importante de mantenimiento e inversiones y que los trabajadores están sometidos a una gran presión, sobre todo a cuenta de la interrumpibilidad. Este sistema de bonificaciones eléctricas les obliga a consumir una cantidad determinada de megavatios para acceder a esos paquetes, con lo que cuando alguno de los hornos está parado los otros deben funcionar a alto rendimiento para compensarlo. «Temos que andar correndo e non pode ser que en pleno século XXI vaias para traballar sen saber se vas volver para a casa», se quejaba el portavoz del comité, Alfonso Mouzo, quien señala que estos problemas ya han sido denunciados ante el comité de seguridad de la propia factoría y ante la Inspección de Traballo.