Tratado ceense sobre la hipocresía

CEE

23 may 2017 . Actualizado a las 21:23 h.

Si hubiese que resumir el pleno de Cee del viernes con una palabra, sería, sin duda alguna, hipocresía. Por las veces que la emplearon la portavoz del PP, Zaira Rodríguez, y el alcalde, Ramón Vigo, y porque, en cierta medida, el debate en cuestión no está exento de ella.

Todo vino a cuenta de la necesidad de elaborar un plan económico financiero para dos años y de como el Plan de Aforro e Investimentos (PAI) de la Deputación ha descuadrado las cuentas municipales, al punto de que con 500.000 euros de remanente el Concello se ve obligado a recurrir a estos instrumentos contables.

Por seguir con la terminología, podría decirse que el propio plan -al margen de la utilidad puntual que pueda tener- ya es en sí hipócrita hasta en el enunciado, porque poco ahorro se puede dar pagando deuda con más deuda, aunque sea interés cero.

En este contexto, el descuadre ya viene de lejos, precisamente del gobierno popular de Zaira Rodríguez, y se mantiene, al punto de que ahora Vigo, para cumplir con la regla de gasto tiene que posponer las obras de la piscina y la de saneamiento de A Pontella, además de amortizar la plaza de albañil, algo en lo que la socialista Margarita Lamela justificó su voto contrario, mientras el resto o apoyaron las medidas o se abstuvieron. De hecho, esa implicación de ambos gobiernos, la aprovechó Serxio Domínguez (BNG) para afirmar, en tono distendido, que a esas alturas había alcanzado ya el debate que «entre todos la mataron y ella sola se murió».

Sin embargo, las referencias a la hipocresía vinieron sobre todo porque Vigo lleva años ya quejándose de que Rodríguez había amortizado la plaza de tractorista y ahora él, tal como le echó en cara la popular, viene a hacer lo mismo con la de albañil. «Claro é que unha cousa é estar no goberno e outra na oposición», le espetó la portavoz del PP, por más que Vigo insistiese en que «os tempos políticos cambian» y en que las situaciones no son comparables.

En cualquier caso, hay otros componentes de fondo tampoco exentos de hipocresía, porque cada uno valora el PAI y lo califica a conveniencia, porque, al fin y al cabo, no deja de ser un crédito a interés cero. Así, Rodríguez llegó a asegurar que «non compensa solicitalo -de hecho, ahora no lo harán, al menos este año y seguramente tampoco el siguiente- salvo para algo moi urxente», cuando ella mismo lo pidió para obras necesarias, pero como tantas otras. De hecho, el año pasado los opositores a Vigo no le dejaron emplearlo para la Escola de Música, porque había que pagar deuda, y esta vez, en situación parecida, sí lo iban a meter en obras. Lo dicho, distintas hipocresías.