La mayoría de grupos están de acuerdo en no cambiar el modelo de gestión
23 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente de la Deputación de A Coruña, Valentín González Formoso, estaría dispuesto a que el gobierno provincial colabore con el Concello de Cee para la reparación y puesta en marcha de la piscina municipal. Así lo desveló la concejala socialista, Margarita Lamela, en la comisión del jueves, haciendo referencia a la reunión que mantuvo con González Formoso para exponerle la situación de la instalación.
De hecho, el presidente habría entendido el servicio comarcal que presta por estar situada al lado del hospital, lo que haría posible un uso terapéutico, además de las actividades que realizaban en ella y que necesitan entidades como Apadex o Apem. Además, como recuerda Lamela, la propia piscina ya fue posible gracias a las aportaciones de la Deputación.
También a propuesta de la socialista y para desconcierto del concejal del BNG, Serxio Domínguez, la comisión del jueves acordó el encargo de un nuevo estudio, en este caso para detectar las necesidades de la instalación a la hora de ponerla en marcha y elaborar el proyecto necesario para acondicionarla.
En cuanto al modelo de gestión y a los cambios necesarios, después de que ninguna de las cinco empresas que visitaron la piscina mostrara interés por hacerse cargo de ella, la mayoría de los grupos están de acuerdo en no cambiar ahora el modelo, con lo que se mantendría la gestión interesada. De hecho, el alcalde, Ramón Vigo, se mostró optimista para que, mediante algunos ajustes en el pliego, sí se pueda hacer atractiva la concesión. Fundamentalmente todos coinciden en la necesidad de ampliar los años de contrato, porque eso era lo que pedían todas las compañías, aunque está por ver que eso pueda dar algún resultado, a la vista del catálogo de demandas formulado por las compañías de gestión.
El BNG no cree que el problema sea la puesta en marcha, sino el dinero para que funcione
El edil del BNG, Serxio Domínguez, que desde el principio defendió prácticamente en solitario la gestión directa, dice sentir «vergoña» por el punto al que han llegado y no ser capaces de abrir una piscina después de tanto tiempo. Aunque ve con buenos ojos el apoyo de la Deputación, a su juicio «iso non cambia nada», porque el problema no es poner las instalaciones en condiciones, que también, pero ya reservaron para ello 40.000 euros, sino el dinero que hay que darle a las empresas para que se hagan cargo de la gestión.