Polillas a las que no hay que temer

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CRÓNICA

CERCEDA

23 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La polilla guatemalteca afecta a 31 municipios gallegos. Todos quedan lejos de la Costa da Morte, por lo que no habría nada que temer, pero los vecinos de Cerceda no piensan lo mismo, porque las patatas que estaban en los almacenes de esos concellos del norte se trasladaron a Gesuga para su destrucción. No es la primera vez que ocurre, porque la dichosa polilla lleva más tiempo del que pensamos merendándose las ricas patatas gallegas, aunque hasta ahora el bicho no había sido considerado una plaga. Parece que en el traslado a Gesuga no ha habido ninguna fuga. No hay noticias de infestación en ningún campo de Cerceda o de otros municipios por los que han pasado los camiones, bajo la responsabilidad de la Consellería de Medio Rural.

Sin embargo, en Cerceda hay una cierta alarma. Saben que lo que no pasa en un año pasa en un segundo y que tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Los refranes y la experiencia hacen que los agricultores miren con recelo los transportes.

Ahora comenzará la segunda fase del proceso de destrucción, centrada en la patata de siembra. Unos camiones pequeños recogerán los tubérculos casa por casa, solo en los 31 municipios con alerta sanitaria, y los depositarán en otros mayores que serán sellados y trasladados a Gesuga. Allí, según cuentan desde la Consellería de Medio Rural, entran en unas instalaciones estancas, donde las patatas infectadas pasan por una serie de procesos que acaba con las polillas y sus huevos. Después, los transportes son desinfectados convenientemente.

No hay, pues, riesgo de que el insecto entre en la Costa da Morte tomando el camino de Cerceda, atacando Carballo y A Laracha, los municipios colindantes para pasar, y eso sí sería una catástrofe, a Coristanco.

En todas las crisis alimentarias Cerceda se ha situado en el ojo del huracán, pero siempre ha salido indemne de ellas y nada hace pensar que ahora las cosas serán distintas.

En este caso no hay que bajar la guardia ni un instante porque la patata es muy importante para la comarca de Bergantiños, ya que forma parte de su identidad y de su prestigio. Cualquier desliz en el traslado de los tubérculos infectados sería extraordinariamente costoso para la Consellería de Medio Rural y, por extensión para la Xunta, por lo que lo más probable es que estén siguiendo los protocolos necesarios para tener bien guardadas las polillas y sus huevos.

Pronto comenzará de nuevo el trasiego de camiones y en Cerceda empiezan a estar inquietos y vigilantes. Hay que tener confianza, pero nunca dejar todos los huevos (de polilla) en la misma cesta.