Música cargada de omega tres

CORCUBIÓN

M.MORALEJO

El músico Elías Outes es uno de los colaboradores del corcubionés Héctor Lera y se encargó de gestionar con la conservera Orbe la edición, en latas de sardinas, de mil cedés de la banda

27 mar 2017 . Actualizado a las 14:32 h.

En general, la expresión «música enlatada» suena a algo menor, como los pregrabados que algunos artistas utilizan en sus actuaciones en las que no quieren, o no pueden, tener a músicos que la ejecuten en directo. Nada más lejos de la filosofía de Héctor Lera & Dous Calquera. El grupo es un spin off que le creció al líder de la banda, a cuya voz y guitarra se le suma el vigués Elías Outes (bajo y coros) y Francisco Javier Domínguez (percusión).

Héctor Lera, nacido en Corcubión pero afincado en Madrid y por ello «madrileiro», como él dice, es un músico curtido en mil batallas. Como recuerda su compañero, ya estaba dando guerra en la época de la movida capitalina en formaciones como Ventolera, Modestia Aparte o la Orquesta Girasol.

El nexo de unión con los Dous Calquera es la Costa da Morte, a donde Héctor vuelve de vacaciones en verano y cuando tiene tiempo libre. «Cuando viene aprovecha para hacer alguna actuación. Cuando nos conocimos, nosotros estábamos en varias bandas. Empezamos a hacer giras conjuntas hace un par de años y tras cerca de cien conciertos, decidimos trasladar lo que salía en directo a un disco», cuenta.

En solitario, Lera tiene tres discos con su nombre y ahora, en compañía, se añade uno más que en este caso no es un cedé cualquiera, porque tiene historia. Elías explica que cuando se plantearon grabar, tenían muy claro que querían transmitir la energía de sus actuaciones. «Conectamos muy bien en directo, entre nosotros y con el público», cuenta. Así surgió la creación de Al natural, que es el título del disco que mejor se conserva del mundo. El formato de la grabación, su packaging, lo convierte en un objeto único, una delicatessen sonora que surgió dándole vueltas a la idea junto al artista multimedia Pablo J. Damonte.

Grabaron en directo, y en acústico, los 17 temas que contiene en tres intensos días en los estudios Broño de Negreira. «En total fueron 21 horas tocando. Algunos salieron a la primera, otros a la sexta», reconoce. «El resto de la semana Héctor se quedó con la producción y yo me vine a Vigo para gestionar con una empresa de Barcelona con la que habíamos contactado, la edición del disco, diseñado imitando una lata. Pero me dicen que no pueden, que no les da tiempo. Y nosotros teníamos la presentación programada. Así que me puse una americana, mi mejor sonrisa, y me fui a las conserveras a intentar sacarlo adelante», recuerda.

Tras un par de días de ejecutivo por las factorías de las Rías Baixas, le aceptaron el proyecto en las viguesas Albo y Orbe. La primera no llegaba a los plazos, porque había que parar la producción para hacer las latas de sardinas del grupo musical y fue finalmente Orbe la empresa que aceptó el reto.

«El disco, ya fabricado, tras haber sido mezclado en Madrid por Santi Vega, músico nominado a los Goya por El teatro del más allá, fue diseñado por el artista de Sarria Borja Roel. Orbe nos cedió desde su propia caja de sardinas al natural hasta las latas de 280 mililitros, que encajan como un guante con el tamaño de un cedé. Le cambiamos el color, pero mantuvimos su sello y el código de barras modificando algunas cifras», revela. «Las esponjas que van sobre el cedé para protegerlo las encargamos en una fábrica de colchones en Peinador. Lo hicimos todo en una semana. Y eso que fue una lucha», asegura.

La tirada, de mil ejemplares, se vende como churros. «Hay gente que nos compra dos, uno para escuchar, otro para guardar», indica. Es curioso que en una ciudad como Vigo, emblema de la conserva, haya tan pocas iniciativas parecidas. Outes recuerda una campaña de la compañía R, pero poco más hay.

Aunque está muy orgulloso de haber enlatado las canciones de su grupo en un momento de la historia de la música donde el soporte físico es una especie en vías de extinción, el vigués insiste en que aunque el envoltorio es muy chulo, «lo mejor está dentro. Es sonido natural y hay un poco de todo: funky, blues, rock, bossa, sonidas africanos y hasta una muiñeira», advierte.

El añadido «Calquera» les permite ir transformando el combo. Así, el vigués es Un Calquera cuando actúa él solo (como hará el 8 de abril en el café Badía) y ahora tienen un miembro más, el guitarrista Cristian Tomé, que vive en A Coruña, lo que les convierte en Héctor Lera & Uns Calquera. «Como cada uno vive en una ciudad diferente -el percusionista reside en Corcubión-, para tocar tenemos que programarnos con bastante anticipación para que nos cuadre bien a todos».

La voz del Pato Donald

A pesar del éxito, cada músico tiene su trabajo. Outes tiene una empresa de prevención de riesgos, Tomé trabaja en El Corte Inglés y los otros dos son funcionarios. Además, Héctor Lera tiene una celebridad oculta en su garganta. Es, desde hace décadas, la voz oficial de Disney para España de uno de sus personajes más famosos, el Pato Donald.

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A Elías Outes le gustan las sardinas, pero asegura que en este caso, la música es lo que alimenta. El disco lo venden en sus conciertos y a través de la web Estoupa.gal. El precio es de 12 euros y tiene tanto éxito que no cree que la tirada llegue al verano.