Un viaje al Monte de O Pindo

Modesto garcía quintáns

FISTERRA

Las imágenes. Arriba, los Montes da Ruña. Abajo, vistas desde Laxe da Moa, el punto final de esta ruta.
Las imágenes. Arriba, los Montes da Ruña. Abajo, vistas desde Laxe da Moa, el punto final de esta ruta. m. g. q, x. a.

El desarrollo de la ruta desde la aldea de O Fieiro, en Mazaricos, hasta A Laxe da Moa, la cima con vistas, paso a paso

25 may 2016 . Actualizado a las 13:19 h.

Se está poniendo de moda hacer senderismo por el Monte do Pindo y ahora que viene el buen tiempo es recomendable. Iniciamos esta marcha a unos 290 metros de altitud en la aldea de O Fieiro (Arcos, Mazaricos). A este lugar se puede llegar en coche desde O Ézaro, desde Buxantes, o también por la parroquia de Arcos. El punto de encuentro está en el lateral sur de O Fieiro, donde existe una amplia explanada para aparcamiento y cercano a un depósito de agua que normalmente rebosa agua, sin tratar, y apta para beber. Desde aquí, el recorrido es de 3.270 metros con una pendiente media de un 10,4 %.

Podemos dividir la marcha en tres espacios. El primero es de una pendiente del 6,8 %, cómodo para andar. El segundo, con una pendiente del 15,8 %, es más dificultoso, con piedras sueltas y socavones provocados por la erosión; y el tercero y último, con una pendiente del 13,7 %, es más entretenido por las vistas panorámicas y tramos con poca pendiente, salvo un pequeño trozo final. En total hay que salvar un desnivel de unos 340 metros desde el punto de salida con un tiempo previsto en el recorrido, a paso normal, de una hora y media, mientras que la bajada puede ser de una hora.

Se inicia la salida hacia el sur por un camino de tierra en buenas condiciones y, a unos 600 metros, donde existe una planicie con campo de hierba, se coge el sendero de la derecha en pendiente y subiendo. A unos 200 metros se deja por el lateral derecho de una pequeña loma cubierta de maleza. A partir de aquí ya nos introducimos en el municipio de Carnota. A unos 300 metros nos encontramos con los restos de un muro de piedra orientado de este-oeste y comienzan los roquedos. Los situados a la izquierda son conocidos como Outeiro do Raposo y el monte al oeste en pendiente, como Monte de Zacarías. Continuamos por un camino de carro con piedras sueltas y apenas pendiente cuando de repente hay que girar a la izquierda y a unos 50 metros, a la derecha. Aquí merece la pena descansar para contemplar las vistas del horizonte. Comenzando por el este y en sentido contrario a las agujas del reloj vemos al fondo y en llano praderas verdes que pertenecen a las aldeas de O Outeiro, Cabanude, O Señorío, y Figueira. Más al norte, los Montes da Ruña y, cubierto de eólicos, el valle del río Xallas con el embalse de Santa Uxía, Ferroatlántica, las aldeas de San Crimenzo, los Montes de Buxantes con sus eólicos, y más cercano, el Pico de Peñafiel y la ladera oeste del monte do Pindo cuyas aguas bajan al rego Sancheferro para desembocar en el río Xallas.

Penedos

En este ladera conocida como A Pendente, se pueden observar unos largos penedos que forman cabañas y que sirvieron de refugio para los escapados en la Guerra Civil. Mirando hacia el sur vemos dos elevaciones rematadas en pico conocidas como Os Casteliños, y a su derecha, otras elevaciones: son A Moa de Baixo, O Petón dos Cabazos y Os Petóns da Cova Oscura. Continuamos bajando y nos encontramos con una fuente cubierta de maleza: Fuente Carballo. A partir de aquí subimos por una pequeña depresión, teniendo que salvar socavones y algunas charcas. Antes de llegar a la cima se pasa por una estrecha garganta, rozando por la derecha un gran batolito granítico con paredes verticales de unos 8 metros de alto conocido (Petón de Cantorno) y, más adelante, a la izquierda, tenemos unas formaciones rocosas elevadas: son Os Petóns de Rebordelo. La más elevada A Orelluda. En el momento que abandonamos el cauce del regato, el sendero pasa por una zona boscosa con fuerte pendiente en un tramo de 250 metros. Superado y alcanzada la divisoria de aguas, nos encontramos a unos 497 metros sobre el nivel del mar. Aquí merece la pena descansar para relajar la vista contemplando las panorámicas hacia el sur. Parece que alcanzamos el cielo viendo el mar con su arenal y las pequeñas aldeas que cubren el manto verde de los Montes de Carnota. Continuamos por la divisoria de aguas, bajando primero por el lateral norte para salvar dos pronunciadas elevaciones en forma de picos conocidas: Os Casteliños. Salvados esos obstáculos nos encontramos en una planicie conocida como Campo da Portela.

Murallón

Si nos desplazamos unos 50 metros hacia el sur veremos la ladera como un desierto de piedras, surcada por líneas oscuras en forma de regatos que se unen en el fondo para formar un embudo donde comienza el cauce conocido como río de Vadebois. Continuando hacia el oeste nos encontramos a unos 100 metros montones de piedras sueltas procedentes del que fue un gran murallón que cercaba en parte el castro de A Moa.

Al pie de este murallón, por el lateral norte, existe una fuente conocida como Fonte da Moa de Abaixo y unos metros más arriba está A Portela, tapiada, y que era el paso natural de entrada al castro. Pasado el murallón existe una gran planicie, el Campo do Freixo, con restos de muros muy antiguos. En el lateral sur aún se conservan los restos habitables del castro. Por esta zona se pierde el sendero, por lo que conviene desplazarse hacia el lateral norte, Campo dos Coellos. Esta planicie se encuentra protegida por el norte mediante una cadena rocosa, A Moa de Abaixo, y por el sur con pronunciados acantilados. Comenzamos una nueva subida con pendiente y más adelante una bajada por un estrecho valle, encontrando a nuestra derecha una nueva portela tapiada conocida, A Portela da Laxe da Moa.

De aquí parte un sendero hacia el sur que conduce a un merendero: As Cortes. Continuamos andando y a unos 60 metros giramos a la izquierda para comenzar una subida con fuerte pendiente. A unos 100 metros cerca del collado, se inicia la subida a Laxe da Moa por un sendero poco definido hacia el oeste. Se trepa por las piedras a media ladera, sin un itinerario fijo para alcanzar la cima donde se encuentra el vértice geodésico. En este punto alcanzamos los 629 metros sobre el nivel del mar y la satisfacción de haber llegado a la meta. Esta loma granítica tiene una forma ovalada, de unos 110 metros de lado mayor y unos 70 el lado menor. Está cubierta por oquedades producidas por la erosión del viento y el agua y una serie de surcos longitudinales producidos por la descarga de rayos. Las vistas panorámicas del horizonte sirven para memorizar el mapa de la Costa da Morte, cogiendo como referencia el Cabo Fisterra. En tiempo despejado se puede contemplar el Pico Sacro. Para localizarlo, se traza una línea imaginaria que, saliendo del sur de Fisterra, se prolonga hacia el este, pasando por el vértice geodésico.