El matrimonio de peluqueros que no piensa en el retiro

Melissa Rodríguez
Melissa Rodríguez CARBALLO / LA VOZ

MALPICA DE BERGANTIÑOS

ANA GARCÍA

Suman 35 años con el establecimiento Spellos y abrieron uno nuevo en A Coruña. «En Malpica no hay farmacia de guardia, pero sí peluquería», ironizan

24 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Va a ser cierto eso de que en la vida se vive una segunda juventud. Luísa Negreira Rodríguez y Carlos Varela Chouciño forman un matrimonio que ya suma 35 años al pie del cañón con la peluquería Spellos en Malpica. Ella tiene 55 años, y él, 59, pero en su día a día, la edad es solo un número. Tienen las mismas ganas o más incluso que cuando se adentraron en el sector, que fue donde se conocieron. En el pasado mes de diciembre soplaron las velas del primer aniversario de su nuevo centro en A Coruña. «Con los dos hijos ya trabajando e independizados y sin nuestros padres, nos sobraba tiempo, así que decidimos seguir creciendo», comentan. Les surgió la posibilidad de un local en Matogrande y no lo dudaron. «Es como un pueblo, muy familiar, en el que todo el mundo se conoce, y por ubicación nos venía bien pensando en nuestros clientes de A Coruña y Santiago», añaden.

Luísa nació en la urbe herculina, mientras que Carlos es original de la villa malpicana. Ya en su día decidieron apostar por el municipio bergantiñán al considerar que «se puede hacer lo mismo en una zona más pequeña o grande». Es más, en su caso priorizaron la «mejor calidad de vida de un pueblo frente a una ciudad». Y a día de hoy, marcharse a vivir fuera sigue sin ser una opción para ellos.

ANA GARCÍA

Apartamentos turísticos

Trabajan de lunes a sábado desde que empiezan, temprano, «hasta que damos terminado», dicen, porque ellos sí se ponen el mono. «Aquí no hay farmacia de guardia, pero sí peluquería», ironizan. El domingo es la única jornada de descanso. Tienen a otras seis personas en nómina, pero es que, además, gestionan desde hace mucho tiempo —fueron de los primeros en el concello— tres alojamientos turísticos (apartamentos) en Malpica y Pontevedra, que en breve serán cuatro con la puesta a punto de una casa.

Acuden a congresos internacionales porque cada día siguen aprendiendo cosas nuevas, aseguran. Y sobre todo, disfrutan. «Nos encanta lo que hacemos», trasladan. Vienen de albergar un curso «para toda Galicia» y antes estuvieron en otra formación en Alemania. «Conocemos el mundo a través del trabajo, también», indican.

Son unas personas muy activas, ya que, además, les gusta involucrarse en otras causas sociales. Así, si bien en su día estuvieron muy vinculados a la organización de la Semana Santa en Malpica, ahora colaboran con la junta local de lucha contra el cáncer o preparan escaparates bien llamativos en fechas especiales como las Navidades o el carnaval.

¿Que cómo llevan lo de trabajar juntos? «¡Tampoco está tan mal!», expresan entre risas. «Nos entendemos con la mirada», añaden.

ANA GARCÍA

Singulares por sus estudios personalizados del cabello y la piel

Los dos hacen de todo, y mucho más que peluquería, por cierto, unisex, y desde niños a mayores. Abarcan la estética, hacen tratamientos y masajes corporales entre los que la reflexología es, quizás, el más curioso... Ahora bien, si algo los hace singulares son los estudios personalizados que realizan del cabello y la piel, a través del pH, por ejemplo. «Antes era algo muy exclusivo. Ahora, muchos profesionales se van retirando y no hay continuidad», destacan. Así, en la zona no abundan. Ellos fueron «pioneros» y tienen clientes de «Madrid, Barcelona o Córdoba», que se desplazan «a propósito».

A través de la tricología y la cosmetología aconsejan tratamientos naturales «que ahora están muy de moda, pero que ya tienen recorrido», explican. Incluyen «células madre y ácido hialurónico». También luchan contra la calvicie. «En su día montamos el negocio porque queríamos trabajar como nos gustaba a nosotros, y ahora lo hemos vuelto a hacer en A Coruña por el mismo motivo. Para nosotros es la base de todo. Si no tienes bien el cuero cabelludo, el pelo no va a estar bien. Y en cada época va cambiando por el estrés, por ejemplo. A veces necesitas más minerales, otras, vitamina D...», argumentan.

«Eres joven hasta que te mueres», parafrasean.