El vecino de Bamiro inicia los trabajos para proceder al derribo de su vivienda

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

VIMIANZO

Ana Garcia

Prevé contratar las obras «nuns 15.000-20.000 euros» y evitar así un posible expediente sancionador de más de 300.000

26 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Evaristo Blanco Blanco ha dicho basta. No quiere continuar con el litigio que mantiene con la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU), que decretó el derribo de su vivienda, ubicada en Bamiro (Vimianzo) e inició ayer los trabajos previos a la demolición. «Non quero seguir así, vou derribala casa. Xa comecei a quitar cousas e espero iniciar os traballos a vindeira semana, entre o mércores e o xoves», apuntó ayer un indignado Evaristo Blanco.

El afectado comentó que había adoptado esta decisión para «evitar un expediente sancionador que podería superar, como mínimo, os 300.000 euros e por iso decidín non esperar máis». A la espera de firmar el contrato con una empresa especializada, este vecino de Bamiro valoró los trabajos de demolición «entre os 15.000 e 20.000 euros».

Considera que la vía jurídica para legalizar su inmueble está agotada: «Non vexo máis solución que tirala». Eso sí, el titular del inmueble quiso puntualizar algunas cuestiones que se han venido comentando en los últimos días, «sobre todo por parte do alcalde [en alusión a Manuel Antelo]». Y señaló: «Non fixo nada por min, dixo que eu non estaba empadroado en Vimianzo, que tiña casa en Carballo e todo iso é mentira». Evaristo Blanco Blanco aclaró que está censado en Vimianzo, que la vivienda objeto de derribo es «a principal e habitual» y en cuanto a su hija, «é ela a que vive en Carballo». Y añadió: «Eu só vou vela e estar con ela porque son seu pai, pero vivo en Bamiro».

Una vez completada la demolición, el afectado desconoce dónde va a vivir: «Non o sei, non teño onde ir, nin segunda casa nin nada polo estilo». Y lanzó un dardo hacia el regidor: «Voulle pedir ao alcalde se me deixa acampar no porche do Concello, ao mellor alí si que podo cando non teña onde ir». Considera «inxusta» la decisión de la Xunta de Galicia de ordenar el derribo de su casa, pero también teme que no se pueda legalizar y que, con el paso del tiempo, las multas y los expedientes sancionadores de la APLU vayan a más.