Los dos próximos compromisos marcarán el futuro definitivo del Lugo. A falta de siete partidos para el epílogo, la suerte pasa por los resultados que los de Setién obtengan el próximo sábado en El Molinón frente al Sporting, y la semana siguiente en el Ángel Carro contra el Deportivo. Dos huesos de la máxima vitola, sin duda. Como contrapartida, la mejor respuesta de este irregular Lugo la ha dado precisamente frente a los grandes de la categoría. Un Sporting en horas bajas, sin embargo, puede ser un león herido, dispuesto a lanzar cualquier zarpazo para asirse, al menos, a la promoción, una vez alejado de los dos primeros puestos que dan derecho al ascenso directo. La pareja de serbios en su delantera, Scepovic y Lekic, son dos seguros de gol. Una pesadilla para cualquier defensa y portero. De lo que puedan o les dejen hacer los zagueros lucenses a los dos, va a depender en gran manera el resultado final. La próxima visita del Deportivo al Ángel Carro será otra prueba dificilísima de superar por la enjundia del plantel de Fernando Vázquez, y su marcha imparable como líder hacia Primera División. Si el Lugo supera al menos a uno de estos rivales, no habrá dicho su adiós a una hipotética candidatura a la promoción de ascenso. De lo contrario, solo restará echar cuanto antes el candado a la permanencia, objetivo prioritario donde los haya. El Lugo llega a estas dos citas con un colchón de nueve puntos sobre el descenso, y si ello le sirve para no relajarse y jugar sin la responsabilidad de ganar sí o sí, pero actuando con la máxima concentración, podría sorprender a más de uno.