La entrada desde el banquillo de Pablo Hernández, que ha dado un paso hacia adelante, ha resultado fundamental para los empates del Celta y Chile
20 oct 2014 . Actualizado a las 09:55 h.«No lo voy a decir, porque sino voy a estar todo el tiempo en el banco», comenta Pedro Pablo Hernández recién retornado de Bilbao. Se refiere a su carácter de revulsivo a lo largo de la semana. Porque las dos actuaciones del Tucu han estado cortadas por el mismo patrón: salida desde el banquillo y reacción tanto del Celta como de la selección chilena para acabar firmando un empate. Quizás su nueva etiqueta tenga que ver con el paso adelante que ha dado el futbolista, que en San Mamés cuajó los mejores minutos desde que llegó al Celta.
«Lo bueno es que en los momentos que me ha tocado estar lo he intentado aprovechar de la mejor manera, le saco el jugo a cada momento que me toca», desvela el futbolista, que frente al Athletic de Bilbao recuperó siete balones, jugó cinco en ataque y le hicieron tres faltas en 33 minutos que estuvo sobre el campo. Con Chile, en la madrugada del martes en Galicia, solo jugó cuatro minutos, pero le hicieron un penalti providencial para empatar en la contienda con Bolivia disputada en Santiago de Chile.
Lastrado por una lesión en plena pretemporada, continuación de la padecida antes del Mundial, el centrocampista no había podido demostrar su auténtico nivel en su desembarco en el fútbol español. El gol de tacón del Calderón y un par de destellos más en todo este tiempo, en el que tampoco había jugado demasiado: 189 minutos repartidos en cuatro partidos, saliendo en dos de ellos como titular. En San Mamés enseñó su muestrario. «Poco a poco me voy sintiendo mejor, la verdad es que sí -admite-. La confianza que me dan los compañeros es fundamental, hay que seguir trabajando fuerte sabiendo que no es fácil».
Cerca de su nivel físico y con una visión diáfana del nivel de la Liga española, la próxima estación para el que fuera jugador franquicia de O?Higgins debe ser hacerse con la titularidad, un objetivo que no esconde el propio futbolista: «Estoy tranquilo, esperando el momento cuando me toque jugar y cuando llegue ese momento espero estar preparado».
Pendientes en Chile
Su actuación del sábado no pasó desapercibida en Chile, en donde están muy pendientes de sus pasos. «Orellana y Hernández, figuras en el empate del Celta», rezaba un titular del país andino en la jornada de ayer.
El Tucu se ha convertido en uno de los jugadores a los que Sampaoli sigue de cerca de cara a la Copa América del próximo año que se celebrará además en Chile. El pasado verano se quedó sin Mundial por una lesión que ha resultado inoportuna debido al viaje posterior a Europa. Ahora empieza a recuperar el tiempo perdido.