Kaurismäki: «Nadie habla de temas poco comerciales como la emigración»

Patricia Calveiro Iglesias
p. calveiro SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

El cineasta finlandés, que participa en Compostela en el festival Curtocircuíto, opinó sobre el proceso independentista catalán y gallego

10 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Rotundo, ácido y fresco. Aki Kaurismäki llegó ayer a Compostela dispuesto a abrir sus entrañas -al menos las cinematográficas- al público gallego. Lo hará durante tres jornadas, en el marco del festival internacional de cine Curtocircuíto, que dentro de su programación ha contado con el reputado director finlandés para mostrar desde las cintas musicales que realizó en sus comienzos, hasta sus cortos menos conocidos, pasando por las películas referenciales que de alguna forma le han marcado.

En esta última propuesta Kaurismäki tuvo «carta blanca como programador», tal y como destacó el director de Curtocircuíto, Pela del Álamo. Y han sido cuatro los trabajos seleccionados por el finlandés: Seul l?avenir nous le dira (uno de los últimos trabajos de su ayudante de dirección, Gilles Charmant), Fatal glass of beer (de Clyde Bruckman), Let there be light (de John Huston) y Malj (de Aleksandar Ili). «Espero que sea una selección interesante para la gente y que no las hayan visto antes», señaló el cineasta.

Justo antes de esta sesión especial, Kaurismäki mantendrá un encuentro con el público moderado por el crítico y director Gabe Kinger. Famoso por sus películas ambientadas entre las clases sociales más desfavorecidas, a menudo protagonizadas por personajes extravagantes, el cineasta reivindicó con su característica mordacidad el cine comprometido. «Nadie quiere hablar de temas tan poco comerciales como la emigración o la gente que no tiene casa», señaló. «Estos no son, precisamente, los temas más populares de Hollywood», continuó con ironía para explicar, como adelanto al coloquio de esta tarde, por qué su trabajo se ha detenido en ellos.

En un recinto cerrado, y sin dar descanso a un cigarrillo electrónico, el director que vive a caballo entre Finlandia y Portugal reconoció, en un resuelto portugalego, sus ansias por disfrutar del día soleado en Compostela -en donde ya estuvo en otras tres ocasiones- y de «un albariño». De hecho, el cineasta mostró su interés hace un tiempo por rodar una película en Galicia, concretamente en Vigo, en donde habría encontrado embarcadero para uno de sus proyectos, que no descartó llevar finalmente a cabo. «Ahí está, tal vez algún día», dijo.

«Independencia» gallega

En lo que sí se «mojó» fue cuando le preguntaron sobre el proceso independentista catalán y gallego. «Cataluña no sabe nada de la independencia», espetó en tono jocoso: «Galicia sí debería ser independiente», porque «mentalmente» lo es «mucho más», «pero si os sale mal, no me culpéis», añadió entre bromas.