Dos delincuentes con un larguísimo historial delictivo volvieron a ser juzgados y condenados. Esta vez, por atracar dos supermercados a punta de pistola, entre otras cosas.
Los hechos por los que fueron procesados se remontan al 18 de enero del 2007. Según la sentencia, los acusados, sobre las diez de la noche, accedieron al supermercado que la cadena Eroski tiene en la calle Agra do Orzán. Mientras uno de ellos sacó una pistola con la que apuntó a las cajeras, el otro les exigió que le entregaran todo el dinero que hubiese en las cajas. Así fue como se hicieron con un botín de 1.100 euros. Ya con el dinero encima, salieron a la carrera, introduciéndose en un vehículo que previamente habían robado en la calle Paraguay y que estaba siendo conducido por un tercer individuo.
Desaparecieron hasta el día siguiente, que se les volvió a ver, sobre las ocho de la tarde, en el supermercado Familia, de División Azul. Tal y como habían hecho el día anterior, los procesados, con los rostros cubiertos con pasamontañas, apuntaron a las cajeras con la pistola. Primero exigieron el dinero de las cajas y luego obligaron a los empleados que les abriesen la caja fuerte, cosa que hicieron ante el temor de ser asesinados. De esos establecimiento se fueron con 5.000 euros. Salieron del súper y se montaron en un coche. Distinto al de la víspera, pues este lo habían robado horas antes en Feáns.
Atrapados en el hospital
Tardaron en gastar el botín dos días. Sin blanca, volvieron a las andadas. Sobre la medianoche del 21 de enero de aquel año, se presentaron en Ferrol, concretamente en la calle Uruguay. Allí forzaron la verja metálica de una tienda de telefonía móvil, para luego hacerse con varios aparatos y fugarse en otro coche robado. No recorrieron muchos metros, pues sufrieron un accidente de circulación del que tuvieron que ser atendidos en el hospital, donde los detuvieron.