El tren de fondeo de Lorbé sufre aún daños por los temporales del invierno

María Ballesteros OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Los temporales también causaran daños en el firme junto a la entrada a la zona portuaria.
Los temporales también causaran daños en el firme junto a la entrada a la zona portuaria. dolores vázquez< / span>

La cofradía denuncia que hay riesgo para las embarcaciones amarradas

20 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Han pasado seis meses desde que el tren de ciclogénesis que azotó la costa gallega el pasado invierno se alejó de la comunidad dejando un reguero de destrozos en playas, paseos y puertos. Sus consecuencias, sin embargo, siguen sufriéndose en el litoral oleirense, donde el único puerto operativo, el de Lorbé, presenta todavía desperfectos que Portos de Galicia debe todavía evaluar y reparar.

El principal daño en las instalaciones de la flota de Lorbé, formada por una docena de embarcaciones, se produjo en el tren de fondeo, donde se amarran los barcos bajo el agua. «O tren de fondeo moveuse todo e os barcos hai veces que se tocan», explicaba ayer el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores, Emilio Méndez, quien asegura que el presidente de Portos, Juan José Durán Hermida, se comprometió a visitar en julio las instalaciones acompañado de técnicos del organismo para evaluar los daños, pero no lo hizo.

El responsable del pósito oleirense alerta de que la instalación debe revisarse cuanto antes porque los riesgos que ya existen para las embarcaciones se agravarán en cuanto las condiciones meteorológicas empeoren. «Se veñen eses mares outra vez, aínda que non sexan tan fortes, tes que pasar as noites a pé do peirao», advierte el patrón mayor.

Desde Portos de Galicia aseguran ser muy conscientes de las reclamaciones de la cofradía, pero precisan que las reuniones del presidente del organismo con los distintos puertos no se reanudarán hasta septiembre, ya que este mes no hay técnicos suficientes para hacer la evaluación.

Méndez teme que, de retrasarse la inspección y reparación del tren de fondeo, los barcos amarrados en Lorbé se vean obligados a buscar otros puertos, como sucedió el invierno pasado, en el que la mayoría optaron por llevar sus embarcaciones a A Coruña o a Sada.

Viejas demandas del pósito

Los daños provocados por los temporales han venido a sumarse a las necesidades que, desde hace mucho más tiempo, acucian a los pescadores de Lorbé, quienes han visto cómo la zona interior del puerto pierde calado poco a poco por la acumulación de arena y de conchas procedentes de la actividad mejillonera, por lo que consideran imprescindible que se drague este espacio.

La cofradía también ha demandado de forma reiterada a Portos de Galicia que amplíe al menos en 200 metros el espigón y que se incremente también la longitud del muelle de atraque para aumentar así la capacidad de las instalaciones, que sufren además un grave problema de accesos, cuya solución está condicionada a la finalización del último tramo de la vía Ártabra, que llegará hasta el puerto oleirense.