Consternación y lágrimas en la concentración de repulsa por el suceso de Barro que se desarrolló ayer al mediodía en Marín, uno de los municipios donde se produjeron movilizaciones de duelo. Allí, arropados por la corporación local y unos sesenta vecinos, asistieron parientes y amigos tanto de Mónica como de Daniel. Nadie del círculo familiar más próximo porque abrumados por la tragedia aún tienen que recuperar fuerzas para el duro día de hoy. En las escalinatas del Concello, Ana Belén Carballal, prima de Daniel, entre lágrimas, explicó: «No es justo lo que hizo, porque si se quería matar, que se matase él, que no matase a la mujer, que tiene dos hijas que cuidar». A escasos metros Azucena Lorenzo, prima del padre de Mónica. También visiblemente emocionada, aseveró: «No sabíamos nada, nos enteramos por la televisión. Nadie se lo esperaba». Margarita Capa, que también conocía a los dos, indicó que, en su opinión, parecían «una pareja normal».