San Agustín va tomando forma

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

PACO RODRÍGUEZ

Sale a concurso la segunda fase de la reforma del mercado

16 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El mercado de San Agustín enfila el segundo tramo de su reforma integral. Hace un año se iniciaba la primera fase de las obras, que ahora termina con la instalación de dos ascensores panorámicos en el acceso al mercado por la calle Pío XII, la supresión de las barreras arquitectónicas y la instalación de cortinas térmicas que mejoran la ventilación del producto almacenado. Todo con un presupuesto de 129.349 euros. Una vez concluidas estas actuaciones, el Ayuntamiento saca a concurso la segunda fase del plan, que se licitará en los próximos días, con el objetivo de modernizar y mejorar la estética de los puestos y acondicionar el acceso principal de cara al futuro.

En esta segunda fase de las obras, que ayer presentó la concejala Luisa Cid, se cuenta con un presupuesto de licitación de 275.901 euros para unos trabajos que se centrarán en la renovación de una de las isletas, la dedicada a la fruta, de la planta baja. «Funcionará como puesto piloto, de modo que el resto de puestos seguirán su estética y funcionalidad, con el objetivo de adecuarlos a las necesidades de placeros y clientes», explicó la concejala.

Esta primera acción afectará a 16 de los 90 puestos del mercado, que finalmente contarán con cierres de estructura metálica, nuevo mobiliario y se eliminarán las actuales cubiertas con forma de tejadillo, además de ampliarse su superficie.

El resto de las obras afectarán a la entrada principal del mercado, un espacio de 225 metros cuadrados que se acondicionará para uso hostelero, ya que en un futuro albergará una cafetería o restaurante, aunque esta obra se realizará en la tercera y última fase de las obras. Por el momento se reubicarán los cuatro puestos que actualmente ocupan esta superficie -dos panaderías, una floristería y una cantina- en otros espacios vacíos del mercado situados en la primera planta y en los puestos exteriores de los laterales del edificio.

También se habilitará un vestuario en el sótano del mercado, donde actualmente hay un ultramarinos, para dar servicio a los casi 60 trabajadores de San Agustín.

Sin cerrar ni un día

Cid insistió en que las obras se llevarán a cabo en los horarios en los que no interfiera con la actividad del mercado: «Se trabajará por las tardes y de forma gradual, aunque así nos lleve más tiempo. Pero de este modo evitamos que haya que cerrar el mercado ni un solo día y que se produzca una pérdida de clientes». De hecho, aquellos placeros cuyos puestos sean reformados serán trasladados temporalmente a otros espacios vacíos para que puedan seguir con su labor comercial, y una vez terminada la obra podrán regresar a su origen.

Cuando finalice esta segunda fase de las obras -que comenzarán a finales de este año-, arrancará la tercera y última fase, en la que se habilitará la primera planta para usos hosteleros y de dinamización cultural y se arreglará la entrada principal así como el resto de la planta baja.